REDACCIÓN ELONCE
El reciente debut de Iván Spreen Buhajeruk, un streamer de videojuegos, como titular en Deportivo Riestra desató un torbellino de críticas y controversias. En un fútbol argentino donde miles de adolescentes se entrenan con el sueño de llegar al profesionalismo, la inclusión de un influencer sin experiencia futbolística en un partido de Primera División, aunque breve, puso en evidencia un choque de valores y perspectivas.
Por un lado, está el esfuerzo de familias y jóvenes que buscan abrirse paso en el deporte con sacrificio y dedicación; por otro, el uso de estrategias de marketing y figuras de las redes sociales para atraer sponsors y nuevas audiencias.
¿Es este un simple “show mediático” o refleja una tendencia peligrosa de comercializar de forma excesiva el fútbol? ¿Qué mensaje se le transmite a los chicos que sueñan con llegar a la élite del fútbol, cuando se valida a un influencer sin aptitudes deportivas? Riestra optó por una estrategia arriesgada al apostar por la popularidad de un streamer para ganar visibilidad.
Mientras los clubes tradicionales siguen apostando por sus escuelas de formación y el arduo trabajo de entrenadores y futbolistas jóvenes, la tentación de generar ingresos rápidos mediante figuras mediáticas parece ser cada vez más fuerte. ¿El deporte debe primar sobre el espectáculo o es legítimo que los clubes utilicen cualquier recurso para atraer inversión y visibilidad?
El caso de Spreen abrió un debate sobre cómo debería equilibrarse la necesidad de los clubes por sobrevivir económicamente con el respeto por el trabajo y la dedicación de aquellos chicos que, como miles de jóvenes en todo el país, buscan cumplir el sueño de llegar al fútbol profesional a través de años de esfuerzo y sacrificio.
En ese marco, el tema fue debatido en El Ventilador, programa que se emite martes y jueves a las 21.30 por Elonce.
Martín De León, coordinador de inferiores del Club Atlético Patronato, es profesor de Educación Física y Director Técnico. A los 8 años comenzó a jugar al fútbol en Patronato y asegura que el club fue “el patio de su casa”.
Consultado sobre este hecho que impactó en el mundo del fútbol, opinó: “no me cayó bien. Para la gente del fútbol es como una especie de abuso, de estar ahí por un mérito que no corresponde a lo deportivo. Nosotros sabemos todo el recorrido que tiene que desarrollar un chico para debutar en Primera División, el esfuerzo, las expectativas, las dificultades que tiene que sortear. Hay muchos chicos que a pesar de hacer todo el esfuerzo no lo logran. La verdad que no es agradable”.
Dijo que “aún no hablamos del tema con los chicos, porque estamos cumpliendo el calendario futbolístico. Generalmente los técnicos tenemos instancias para diálogo sobre las situaciones que van ocurriendo en el fútbol”.
Consideró que “por el mundo de hoy, todo esto de los streamers, lo electrónico y demás, hay que abrir una ventana para considerar. En este tema, en la cancha, particularmente yo lo siento como una falta de respeto. El debut de un chico de 14 años, más allá de que lo hayan hecho para romper un récord, también lo considero como una falta de respeto, porque es un chico que no estaba preparado. La diferencia es que ese chico está en las inferiores y es jugador de fútbol”.
Mencionó que “lo de las apuestas en el fútbol es todavía más grave y oscuro. Pero básicamente, yo pienso que todo no se justifica porque tiene que ser un negocio, algunos límites hay que poner. El fin no justifica los medios”.
“El fútbol es cultural para nosotros, por eso es tan popular y quienes estamos dentro tratamos de dignificar nuestra profesión, nuestro desarrollo y esto es como un atentado”, resaltó.
Comentó que “los sueños de quienes juegan en las infantiles de Patronato están vinculados a diversidad de intereses. Básicamente, para hacer lo que están haciendo, hacen un esfuerzo ellos, los padres y hasta económico. Lo que tienen como primer foco es convertirse en futbolistas profesionales. Nosotros tenemos que intervenir muchas veces con el chico y con algunas familias para que pongan la escuela en primer lugar y después el fútbol”.
La periodista Valeria Girard, opinó que “se tira por tierra la cultura del esfuerzo. Me pongo en el lugar de los padres de otros chicos que se van a vivir a otras provincias por cumplir su sueño”.
La docente Yohanna Fucks, por su parte, señaló: “el deporte es una gran escuela, es sinónimo de valores. El mensaje de esmerate, esforzate que la recompensa va a llegar, se queda completamente anulado ante estas jugadas marketineras, que las entiendo como parte del negocio, pero tiran por tierra todo el esfuerzo que hacen quienes acompañan el desarrollo deportivo de los chicos”.
Nahuel Baridón, expresó: “es un mensaje muy negativo para los jóvenes. Está esta idea de entronización de los influencers. Es como un atajo, vos querés triunfar, en vez de esforzarte dedícate a jugar al minecraft”.
Por su parte, el periodista Alejandro Abero, dijo que “esto pasa en el único club que tiene dueño, Víctor Stinfale, y eso es lo que quiere lograr Javier Milei con las Sociedades Deportivas. El fútbol somos nosotros, es de nosotros y es de una manera. Nos jode que le falten el respeto”.
La abogada Corina Beisel consideró que “el marketing es lo que está en vigencia y es lo que viene, no solamente está en el fútbol. Hay otros reportes: un príncipe en Arabia Saudita corría en F1 siendo un pésimo piloto, a Boca Macri trajo un japonés por marketing”.
El periodista Javier Aragón, dijo que “hay que revalorizar el origen del fútbol, que es la cultura del trabajo y el mérito”. Elonce.com