Argentina cayó frente a Brasil por 2-0, en Beijing, por el Superclásico de las Américas. El combinado que dirige Gerardo Martino no pudo mantener la supremacía de los 30 minutos iniciales y completó una pobre actuación en un duelo que no pareció tener nada de amistoso.
La Albiceleste había sido mucho más en la primera media hora del encuentro, en la que marcó una clara superioridad en el juego y también en las llegadas. A los 10 segundos, los dirigidos por Gerardo Martino llegaron al arco de Jefferson con un intento de Sergio Agüero.
El balón tenía dueño indiscutido en ese arranque y Lionel Messi manejaba los hilos de un equipo que parecía que golpearía en cualquier momento. Junto con el Kun, que intentó sin éxito en varias ocasiones, el que también probó fue Angel Di María con zurdazos desde media distancia.
La única cuenta pendiente fue haber llegado con más claridad y no sólo con disparos desde lejos. El árbitro chino Fan Qi no sancionó un claro penal por infracción de Miranda sobre Agüero que pudo haber modificado la historia de un partido que a partir de ese momento cambió por completo.
Es que a los 27 minutos, Tardelli aprovechó un error de la defensa y abrió el marcador. La acción nació de un choque entre Federico Fernández y Pablo Zabaleta, quienes fueron a buscar de cabeza la misma pelota, y siguió con la definición del delantero ante un inmóvil Sergio Romero.
Con la ventaja, Brasil se soltó en el campo de juego y evidenció el nerviosismo argentino. Incluso, pudo haber estirado la diferencia con una gran jugada de Neymar que quedó mano a mano con el arquero y resolvió con un remate débil que incluso no tenía dirección de gol.
Antes de que se terminara el primer tiempo, el árbitro compensó el penal que no había sancionado con un regalo por una infracción inexistente de Danilo sobre Di María. El encargado de rematar la pena máxima a los 40 minutos fue Messi, pero Jefferson detuvo el remate.
En el complemento se profundizó la tendencia con la que había finalizado la etapa inicial: Brasil fue el claro dominador del encuentro, con un Neymar imparable y hasta situaciones para golear. El seleccionado nacional no pudo hacer pie, se vio superado y quedó en deuda.
El segundo tanto llegó a los 18 minutos y nuevamente por medio de Tardelli. El delantero quedó sin marcas luego de que David Luiz ganara de arriba en un tiro de esquina y con un cabezazo hizo estéril el esfuerzo de un Romero que llegó a tocarla.
Después del gol, lo que quedó estuvo de más. Los errores en Argentina se hicieron muy evidentes y Brasil pudo haber ampliado la diferencia. Ahora sólo queda trabajar de cara al amistoso del martes frente a Hong Kong con el objetivo de cambiar la pobre imagen dejada en Beijing.