Son miles los profesionales y facultativos que día a día, hora tras hora, están combatiendo el virus del COVID-19, más conocido como Coronavirus, frente a la adversidad e inconsciencia del ciudadano que, a pesar de la cuarentena obligatoria decretada por el presidente de la Nación, Alberto Fernández, sigue aglomerándose en diferentes sitios, más allá de las restricciones que rigen desde el pasado viernes.
Uno de los tantos médicos, es Gonzalo Yacomo, traumatólogo del hospital San Martín de la ciudad de Paraná, que a la vez es uno de los integrantes del cuerpo médico de Patronato, que con la confirmación de la licencia hasta el 31 de marzo, se sumó a los demás facultativos para lidiar contra la pandemia.
"Mi familia está en cuarentena, yo no tengo opción. Los consultorios se han suspendido y solo atendemos urgencias y post-operatorios. Por suerte hay muy poco movimiento", le expresó el profesional a El Diario, en una comunicación telefónica luego de una jornada más que extenuante para él.
Que a la vez, pide por que se cumpla lo dispuesto por el presidente: "Hay mucha psicosis y muchas irresponsabilidades. Espero que está cuarentena obligatoria se cumpla. Hoy atendí una paciente después de una cirugía y vi mucha gente en la calle. Me da un poco de bronca, porque uno corre riesgos, veo a mi hija y mi señora, que constantemente me piden que no salga, pero no puedo por vocación y me muero por quedarme en mi casa, que es la única cura hasta el momento, no es mucha ciencia, es quedarse adentro, si bien cuesta, pero no es nada del otro mundo".
No es fácil el día a día y el propio Gonzalo lo dejo claro en la charla, mucho más por el entorno familiar: "El que no está en el ambiente médico, mi señora me pide por favor que me cuide, mi hija que me pide que no salga, mi mamá que está muy pendiente y, todas encerradas viendo tele, es todo un tema. Mi hija entiende todo y es complicado, pero tenemos que estar".
<b>-¿Se valoró el aplauso el jueves pasado? Hubo diferentes posturas entre tus colegas...</b>
-Es una alegría inmensa. Me llamaron para aplaudirme, pero esto no es para los médicos, es para los policías, los bomberos, las secretarias, las instrumentadoras, es un lindo agasajo para seguir adelante.
<b>-¿Cómo lo están viviendo tus demás colegas a esta situación?</b>
-Con nerviosismo y miedo. Hay que seguir, no queda otra y es así. Todos estamos expuestos, a veces faltan cosas en Hospital, pero lo de mis colegas, la gente del Hospital, es para sacarse el sombrero. Esto es día a día y vamos aprendiendo todos los días y sobre la marcha, como manejarlo y los tiempos. Son muchas campanas, pero con mucha vocación.
<b>-¿Cómo está la ciudad con la pandemia? ¿Estamos preparados?</b>
-Es de público conocimiento que si se llegan a contagiar muchas personas, no vamos a estar preparados. Por suerte Dios no dio una oportunidad y nos estamos preparando. Si estaríamos preparados, no estaríamos haciendo la cuarentena. No sé cuantos respiradores hay, pero no hay muchos y es la verdad. La mejor vacuna y tratamiento es quedarse en casa.
Todo el mundo, fuera del ambiente de la medicina, reconoce y valora lo que están haciendo los diferentes especialistas, enfermeros, que ponen en jaque su propia salud, para cuidar de los demás. De igual manera, en Argentina, entre médicos, las posturas son diferentes y piden un reconocimiento, hasta el mismo Yacomo días atrás tuvo su descargo por Facebook: "Estamos sin opción a cuarentena, poniendo en riesgo nuestra salud, de nuestra familia, sin obra social, sin cargos, sin ART, pero con la vocación intacta".
<b>-¿Fue importante para vos el descargo por redes sociales?</b>
-La vocación está intacta, la bronca pasa porque combatimos el virus y no dejo de pensar en, ¿qué pasa si yo me enfermó? No puedo trabajar, no voy a la guardia y nadie me paga el sueldo. ¿Qué pasa ante una situación de violencia extrema? No tengo una ART, no tengo una obra social, mientras otros por estar sentados, en cuarentena y aislados, ganan mucho más que cualquier colega mío.
<b>-¿Se les reconocerá después de que pase toda la pandemia?</b>
-Ojalá que sí. Nosotros no podemos parar como el subte o los colectivos, la diferencia es abismal. Lo nuestro es todo moral y nos gustaría que el Estado nos reconozca todo el esfuerzo y la exposición que tenemos todos los días. Faltan recursos, muchos especialistas estamos de manera autónoma, con consultorios privados para tener ingresos. Yo me enfermo y no tengo un sueldo fijo, no tengo ART, no tengo obra social y así muchos colegas, más allá de contar, por suerte, con un consultorio propio, con horas en el Sanatorio La Entrerriana y la dirigencia de Patronato que se porta de diez con el cuerpo médico.
De un día para otro, Gonza dejó de lado el campo de juego, su función en La Capillita, para, de alguna manera, internarse en ayuda a la sociedad: "Se extraña y hasta a veces lo necesito. Es estar en otro ambiente. Mi función es de traumatólogo, tengo mi consultorio", expresó.
A la vez que recibió varias consultas sobre el tema: "Me llamaron algunos jugadores, pero para preguntarme algunas cosas. Muchas veces me preguntan, pero soy traumatólogo y esto es tan dinámico que prefiero preguntarle a los especialistas en el tema".
Mientras que ante los consejos que les brindo a ellos, son los mismos que le pide al resto de la comunidad: "El consejo es el mismo de las autoridades de la Organización Mundial de la Salud. La mejor vacuna es cumplir con todas las indicaciones que todos sabemos y quedarnos en casa. A mí me encantaría quedarme, pero soy médico, elegí esta profesión y es mi vocación, con todo lo que ello implica".