El escándalo por fraude y organización mafiosa que dejó expuesta la corrupción en la FIFA sigue provocando consecuencias y este jueves dos de los dirigentes que habían sido detenidos quedaron marginados de sus cargos en la Concacaf, confederación que agrupa las asociaciones de fútbol de Norte y Centroamérica y el Caribe. Se trata del caimanés Jeffrey Webb, quien era presidente de la Confederación, y Eduardo Li, titular de la Federación Costarricense de Fútbol y también miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA.
La Concacaf informó las medidas a través de un comunicado, en el que también se promovía al hondureño Alfredo Hawit como nuevo presidente: “Hemos tomado las medidas oportunas para mantener nuestras operaciones y seguir cumpliendo con nuestros compromisos. También seguimos cooperando con la investigación en curso por las autoridades gubernamentales, que no han puesto ninguna restricción sobre nuestras actividades en curso".