Un estudio de expertos encomendado por la Alianza contra la Piratería Audiovisual precisó que "cuatro de cada diez hogares argentinos conectados a internet consume contenidos audiovisuales piratas", mientras que "en los últimos dos años se triplicó la cantidad de personas víctimas de ataques hackers y fraudes financieros".
El informe señala que "hay a 4.835.796 hogares argentinos que consumen esos contenidos piratas y entre ellos, predominan los vinculados a las transmisiones ilegales de los partidos de fútbol".
“En 2022 una de cada diez personas conectadas a internet sufrió algún tipo de ataque de hackeo, ya sea por virus, troyanos u otros métodos. En 2024 ya son tres de cada diez las personas afectadas por estafas. Se triplicó el impacto”, advirtió Jorge Bacaloni, presidente de Alianza.
La piratería de contenidos audiovisuales a través de internet es un delito perpetrado por organizaciones criminales con amplia capacidad de despliegue en América Latina, que generan pérdidas en torno a los u$s10.000 millones anuales a personas, familias, empresas, clubes deportivos y gobiernos.
“Las organizaciones detrás de los dominios y otros puntos de acceso a contenidos ilegales trabajan de manera coordinada y con amplia capacidad técnica, además de ser capaces de operar bajo marcas reconocidas por usuarios a lo largo de distintas geografías”, advirtió un reciente informe del Centro de Estudios de Telecomunicaciones de América Latina (Cet.la).
Advierten sobre el nivel de contaminación de los motores de búsqueda
El relevamiento que realizó el Cet.la durante 2023 midió el nivel de contaminación en los motores de búsqueda y arrojó que “el 17% de los resultados de búsqueda de palabras clave relacionadas con contenido audiovisual fueron clasificados como ilegales”.
“En 2023, aproximadamente una de cada dos visitas a sitios con contenido audiovisual fue a un dominio ilegal”, apuntó el Cet.la. El informe plantea que las personas que consumen piratería online “enfrentan riesgos inherentes, incluida la exposición a malware, virus, intentos de phishing y contenido inapropiado”.
“Esa es una situación que también alerta la Interpol porque los contenidos pirateados pueden usarse como trampa para el robo de datos personales, información bancaria o fraudes con tarjetas de crédito”, resaltó Bacaloni.