EE.UU vive un inusual fin de semana del Día de los Caídos (Memorial Day), el "puente" de fines de mayo que marca el inicio de la temporada estival, con muchas playas reabiertas y muchos asistentes con mascarillas, pero no siempre respetando el distanciamiento social.
Los estadounidenses lucían animados el sábado por lo que para muchos era su primer descanso desde la cuarentena por el coronavirus y se volcaron a las playas y las áreas al aire libre del país, atascando carreteras y forzando cierres en algunas zonas durante el fin de semana largo.
Si bien el feriado del Día de los Caídos se conmemora el lunes, el fin de semana marca el inicio no oficial del verano en el país, y los estadounidenses tradicionalmente acuden a las playas, se reúnen en barbacoas en sus casas y hacen picnics en los parques.
Estados Unidos registra hasta este sábado 1.617.838 casos de COVID-19 y 96.802 fallecidos a causa de la enfermedad, según los registros de la Universidad Johns Hopkins.
Entre los que tomaron sol y disfrutaron de la naturaleza el sábado estuvo el presidente Donald Trump, a quien se vio jugando golf en su club deportivo en el norte de Virginia, en su primera salida desde que la Casa Blanca declaró una emergencia nacional por la epidemia de coronavirus en marzo.
Por otra parte, las intensas lluvias acotaron las multitudes en las zonas costeras de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut, donde se reabrieron las playas luego de que los gobernadores instaran a las personas a mantenerse a al menos dos metros de distancia para evitar la propagación del coronavirus.