El 2018 ha sido un año muy complicado para la salud de Natacha Jaitt. En septiembre debió ser internada por un desgarro pectoral, y tras ser dada de alta fue nuevamente hospitalizada un mes después.
Pero luego de lo que parecía una nueva recuperación, la conductora radial estuvo al borde de la muerte, y su hija, Antonella, la salvó. "Mamá se descompensó tras una compresión muy fuerte abdominal por el vendaje post operatorio que impidió que le fluya la sangre con normalidad, yo estudié RCP y gracias a Dios pude asistirla", contó la adolescente en ese momento.
Esa situación derivó en que tanto su hija como Ulises Jaitt, hermano de Natacha, denunciaran públicamente al SAME por el accionar que tuvieron. Días más tarde, la propia morocha habló de su dramático estado de salud. "Vivo hace más de dos meses entre médicos, operaciones y medicamentos, todo por ser fuerte contra un sistema inhumano, enfermo y perverso", aseguró.
Natacha, que siempre se expresa en las redes sociales, emitiendo sus opiniones y hasta denuncias sobre diversos temas, dejó de tuitear el 29 de octubre pasado. Tampoco posteó en Instagram, y la preocupación comenzó a adueñarse de sus seguidores.
Jaitt se estuvo haciendo estudios y le detectaron una bacteria en el cerebro que le producía dolor de cabeza y fiebre. Según el sitio <i>Exitoína</i> ya le encontraron la medicación para tratarla, y se espera que vuelva al ruedo en poco tiempo.