Luis Henrique es uno de los juveniles más prometedores del Botafogo de Brasil. Sin embargo, en este caso no fue noticia por una buena jugada, o por un gran gol, sino por una acción violenta durante un partido, después de comerse un caño descomunal.
Se jugaban 33 minutos del segundo tiempo en el partido entre Botafogo y Cuiabá. En ese momento, Guilherme, acorralado por la marca, le tiró un caño a Luis Henrique, que lo dejó en ridículo.
Lejos de bancársela y continuar el juego como un profesional, el juvenil le pegó una patada descalificadora y se fue expulsado de la cancha.
La agresión del joven del conjunto carioca casi genera una pelea entre los futbolistas, los técnicos y los suplentes de los equipos, aunque todo se calmó momentos después de que el jugador se fuera con la cabeza gacha a las duchas y tras el reto de su entrenador.
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