Emir Osán nació en La Floresta pasó por distintas instituciones de la Liga Paranaense de Fútbol y gracias a Basualdos y Asociados fue a probar suerte en Brasil. El año comenzaba con muchas metas para el joven entrerriano en el vecino país, pero la llegada del coronavirus al continente lo obligó a guardarse y además luchar en persona contra el virus.
Desde Porto União,estado de Santa Catarina donde el joven volante defiende los colores del Futebol Clube Do Porto, contó su experiencia y cómo fue volver a la actividad luego de pasar la enfermedad y de estar aislado con otros argentinos, compañeros de la pensión.
El virus llegó a Brasil para quedarse y es el país donde más casos y víctimas hubo por el mal manejo de la situación. "Fue todo muy repentino, aunque todo comenzó estábamos compitiendo y seguíamos con los entrenamientos normales", comentó sobre la situación. Osán hizo todo para volver al país pero los trámites no pudieron ser: "Yo no pude volver a Argentina porque ya habían cerrado las fronteras, entonces solo quedamos ocho chicos en el alojamiento, los cuales tres somos argentinos. Pedí ayuda al consulado que me respondió dos meses después, cuando ya habíamos retornado a las actividades".
A lo que agregó: "Si bien Brasil es un país con muchísimos infectados y muertos, en Santa Catarina era muy bajo el porcentaje de infectados, la mayoría se encontraba en Florianópolis, donde contraje el virus por un viaje que hice una semana antes del aislamiento". El exjugador de Don Bosco en la LPF contó cómo fue el día a día con en la enfermedad en su cuerpo: "Si bien pensaba que no iba a contagiarme, ya que tomaba todas las medidas de seguridad, todo desbordó muy rápido. Comenzó a haber entre 2.000 y 4.000 infectados por día, y cada vez peor, hasta que me pasó lo que nadie quisiera que pase, me infecté ".
La entidad a la que representa el joven tuvo una respuesta rápida a la situación: "El club se movió muy rápido y nos hicieron los test a todos, gracias a dios no se fue a mayor y solo nos contagiamos tres personas del club. Rápidamente nos aislaron en cuartos diferentes, nos medicaron, y los síntomas no empeoraron más de lo normal gracias a dios".
Por otro lado Emir hizo hincapié en los síntomas que tuvo desde el primer día: "Comencé con un leve dolor de cabeza, y un pequeño ardor en la garganta. Luego empecé con diarrea y al pasar de los días fui levantando fiebre, tenía días que levantaba 39 o otros 40. Por suerte pude mejorar, el virus duró 14 días en mi cuerpo teóricamente". Luego de luchar contra el covid el jugador del Futebol Clube Do Porto expresó a <i>Ovación</i>: "No me quedó ninguna secuela gracias a Dios, a ninguno de los chicos El que peor la pasó fue Christopher, el arquero, a él sí que se le complicó en el tema respiratorio, demoró más en recuperar. El consulado argentino demoró dos meses para contestarme, y mi representante mucho no podía hacer, porque no podía venir a Brasil ya que estaban cerradas las fronteras, él gestionó y no recibimos respuestas de nadie sobre nuestra situación".
Emir hace dos semanas volvió a entrenar y sumar trabajos físicos tras pasar la enfermedad: "Los entrenamientos volvieron, pero con distancias de 2 metros, nada de contacto físico, y con barbijos. No se puede escupir al campo y todo fundamento que se haga, no puede ser con las manos, sí o sí con los pies. Además a los entrenamientos no podemos ir en grupos".
El joven nacido en La Floresta dejó su mensaje para todos los entrerrianos "Me alivia un poco saber que Argentina haya tomado medidas rápidamente, me molesta que la gente no se cuide, ya que es feo pasar por la situación de un infectado, y mi familia sabe que tienen que cuidarse, salen a hacer las comprar con todos los cuidados, más que nada por mi papá que es diabético, y es más riesgoso para él. Dios quiera y todo esto termine pronto para poder seguir haciendo lo que más gusta".