Horas cruciales se vivieron en Colombia, luego de versiones sobre una posible baja del país cafetero como sede de la Copa América 2021, evento que planeaba llevar adelante en forma conjunta con la Argentina a partir del 13 de junio.
En medio del clima de tensión social que afecta a Colombia y cuando se daba por hecho que sus dirigentes anunciarían la renuncia a la organización del torneo, el ministro de deportes Ernesto Lucena sorprendió al proponer como alternativa la postergación dando como argumento la falta de público en los estadios.
"El gobierno de Colombia solicitará formalmente a la Conmebol el aplazamiento de la Copa América. Creemos que lo más importante en un evento de esta magnitud es el aforo del público. Y como lo ha dicho el presidente de la Argentina y como lo hemos reiterado nosotros, no tener aforo hace que la Copa no sea el evento que soñamos", expresó Lucena para los medios apostados frente a la residencia del presidente Iván Duque.
La Conmebol se expresó a través de un comunicado y descartó la reprogramación de la Copa América por lo que Colombia no será sede de la edición 47ma del tradicional certamen que reúne a las selecciones de Sudamérica.
"Por razones relacionadas al calendario internacional de competiciones y a la logística del torneo, resulta imposible trasladar la Copa América 2021 al mes de noviembre", dice el comunicado publicado en la página oficial de la Conmebol.
Y agrega: "La Conmebol agradece el entusiasmo y empeño puestos por el presidente de la República de Colombia Iván Duque y sus colaboradores, así como por el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, Ramón Jesurún. Es seguro que en el futuro surgirán nuevos proyectos en conjunto para el crecimiento del fútbol colombiano y sudamericano".
Según concluye el texto difundido por la Conmebol, "en los próximos días informará la relocalización de los partidos que debían disputarse en Colombia".
Según surgió desde Asunción a lo largo de una jornada llena de trascendidos, en el caso de buscar un plan B y que Colombia ya no sea sede, fueron varios los países que se habrían propuesto como sede alternativa. Una de las opciones habría sido Chile, que contaba con el agregado de tener a gran parte de su población vacunada contra el coronavirus, lo que permitía que hubiera mayor cantidad de público en los estadios.
Sin embargo, todos los caminos conducen a la Argentina ya que cuenta con toda la infraestructura de estadios, hotelera y logística preparada para recibir todos los partidos en cuestión.
En un principio, la Copa América debía disputarse en 2020 pero la pandemia obligó a su postergación para este año. Pero la tensión social que sufre Colombia desde hace algunas semanas, traducida en manifestaciones, enfrentamientos y paros, que quedó expuesta durante la Copa Libertadores, puso en jaque al torneo.
Otro de los interrogantes abiertos es saber qué pasará con la doble fecha de Eliminatorias, en la que Colombia debe recibir casualmente a la Selección Argentina el martes 8. Se cree que el equipo de Lionel Messi terminará jugando en Perú o que se invertiría la localía, dejando la visita para el encuentro de vuelta.
Pero volviendo a la accidentada Copa América, según lo dispuesto en el sorteo de diciembre de 2019, en el país cafetero se iban a jugar los partidos del Grupo B entre las selecciones de Brasil, Venezuela, Ecuador, Perú y los locales. Además, las sedes de Bogotá, Medellín y Barranquilla iban a recibir dos encuentros de cuartos de final, una semifinal y tanto la final como el partido por el tercer puesto.
Ante este nuevo panorama, en el caso de ser anfitrión único de la Copa, la Argentina recibiría a las cinco selecciones del Grupo B y los partidos definitorios, lo que provocaría que se amplíe el número de sedes. A las ya conocidas del estadio Monumental de Buenos Aires, el Mario Alberto Kempes de Córdoba, el estadio Único Madre de Ciudades de Santiago del Estero y el Malvinas Argentinas de Mendoza, tendrían que sumarse más escenarios o ciudades.
Las principales alternativas para ocupar esos lugares vacantes serían La Bombonera, el Libertadores de América en Avellaneda y el estadio San Juan del Bicentenario, que ya tendrían el visto bueno del comité organizador.
El presidente Alberto Fernández ya había advertido que la Argentina se encontraba preparada para recibir la Copa América en caso de que Colombia decidiera bajarse de la organización. "Si se cumplen todos los protocolos, estamos dispuestos a ver la posibilidad de ser únicos organizadores", comentó esta semana en Radio 10.
Vale mencionar también que el contexto en la Argentina tampoco es el más favorable, en medio de una segunda ola de coronavirus, con récord de contagios y muertes, y luego del anuncio de un confinamiento estricto para los próximos días comunicado desde Casa Rosada.
En todo caso, la Argentina sería nuevamente sede de la Copa América tras 10 años, cuando en 2011 el campeón fue Uruguay. Se trataría de la décima oportunidad en que el país reciba al torneo, que lo tuvo como primer anfitrión en su creación, en 1916, para festejar el centenario de la Independencia.