El exjefe de Salud Pública de la ciudad inglesa de Liverpool, Josh Ashton, calificó de "vergonzoso" que los seguidores de Atlético de Madrid pudieran viajar a Anfield el pasado 11 de marzo para el partido frente al conjunto local por Champions League "cuando el gobierno español obligaba a jugar sin público en su propio territorio".
"Fue vergonzoso ese hecho y ahora estamos viendo las consecuencias en Liverpool. Acá podemos esperar otra ola de infecciones de coronavirus después de esta que ya tenemos, debido a que vinieron esos aficionados", dijo Ashtonen declaraciones al diario Liverpool Echo que recoge Europa Press.
Por su parte, el alcalde de Liverpool, Joe Anderson, también lamentó que se permitiese la entrada de 3.000 hinchas de Atlético de Madrid para el partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones. "No fue una buena idea después de que la capital de España ya tuviese casos confirmados por COVID-19", expresó.
"El club español viajó a Anfield para un encuentro de la Champions el 11 de marzo, y miles de sus seguidores se unieron a ellos en el viaje a Liverpool. En ese momento, Madrid ya estaba experimentando un brote agudo de coronavirus y el Atlético de Madrid había recibido la orden de jugar partidos en su propio terreno a puertas cerradas", recordó.
"Muchos cuestionaron la decisión en ese momento, pero la UEFA y el gobierno del Reino Unido no impusieron ninguna restricción para que el partido se desarrollase normalmente", señaló Anderson en palabras a este mismo diario, algo que también recordó el presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo.
El titular Colchonero restó importancia a las críticas en una entrevista con Radio Marca. "Nosotros fuimos a Liverpool porque teníamos que jugar allí, y como no lo prohibieron, lo hicimos. Si nos hubiesen dicho que no teníamos que ir, no hubiéramos ido", apuntó Cerezo, desafiando los cuestionamientos llegados desde Inglaterra.
Un caso similar fue cuestionado por estos días en España respecto del encuentro que Valencia jugó como visitante ante Atalanta, por los mismos octavos de final de la Champions League, en el estadio San Siro, de Milán, donde hubo presencia del público visitante que luego retornó a tierra española y puede haber iniciado el contagio en esa región, según indicaron algunos especialistas que lo califican de "bomba bacteriológica".