Las muertes por coronavirus en España fueron 410 confirmadas en las últimas 24 horas, lo que generó que sea el registro más bajo de estas cuatro semanas, informó el Ministerio de Sanidad.

En ese sentido, los fallecimientos en ese país ya se acercan a los 21.000 casos, mientras que los contagiados están a punto de llegar a los 200 mil.

La cantidad de muertos registradas en esta jornada también es inferior a la que se produjo el sábado, con 565 casos, por lo que las autoridades españolas son optimistas.

El registro más bajo del último mes fue el 22 de marzo cuando hubo 394 muertes.

"Es un dato para la esperanza, aunque sabemos que los fines de semana siempre hay un pequeño retraso de notificación", indicó el vocero Fernando Simón.

Por otra parte, en las últimas 24 horas hubo 4.218 nuevos enfermos confirmados de coronavirus, una cifra que también fue inferior a la del sábado cuando hubo 4.499.

Además, 2.695 pacientes fueron dados de alta y el total de recuperados en España llegó a 77.357.

Las autoridades sanitarias de ese país consideraron que el pico de los contagios del Covid-19 ya quedó atrás, luego de que el 2 abril se registraran 950 muertes diarias.

De todas maneras, el jefe de gobierno, Pedro Sánchez, pedirá el miércoles en el Congreso de los Diputados la prórroga del confinamiento de los 47 millones de españoles hasta el 9 de mayo incluido, tras advertir el sábado que los logros frente al nuevo coronavirus son "todavía insuficientes".

Igualmente, se aclaró que habrá una pequeña flexibilización a partir del 27 de abril, para permitir breves salidas de los niños, que han permanecido confinados en sus casas, al igual que sus padres, desde el 14 de marzo.

El gobierno español advirtió que el aislamiento, que solo permite a las personas salir a trabajar si no pueden hacerlo de casa o a comprar alimentos o medicinas, se irá levantando de forma paulatina y "cautelosa".

El Ministerio de Sanidad había anunciado el viernes un cambio en la metodología de recuento por coronavirus, que solo toma en cuenta a las personas que han dado positivo en un test.

Este balance oficial ha recibido crecientes críticas desde algunas administraciones regionales, que alegan que miles de personas podrían haber fallecido de coronavirus sin tener acceso a un test.