No son pocos los amistosos que tienen que suspenderse o terminan directamente en una gresca porque a los protagonistas se les la mano con la fuerza empleada. La sensación de impunidad que genera el saber que no habrá sanción para encuentros oficiales pone el listón de tolerancia más alto de lo debido y si bien hubo juez en la exhibición entre Boca y Nacional, hubo que lamentar un patadón.
Nicolás Colazo creyó llegar antes que un adversario al balón pero le erró por bastante. Le entró de lleno en la rodilla a Carlos De Pena, quien quedó inmóvil del dolor y pidiendo auxilio médico. El uruguayo tuvo que marcharse de Casa Amarilla con un corte profundo y un vendaje para cubrir la zona, algo que compromete su arranque en la temporada del fútbol charrúa.
La durísima entrada tuvo lugar en el cotejo con carácter amistoso que jugaron ayer por la mañana el Xeneize y Nacional de Montevideo en el Complejo Pedro Pompilio, donde fue el cuadro visitante el que se impuso con comodidad 4 a 0 frente a los suplentes del equipo de Arruabarrena.