La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) implementó ajustes significativos en el régimen del Monotributo a partir de la aprobación del Paquete Fiscal 2024. Estas modificaciones, vigentes desde agosto, son fundamentales para los trabajadores autónomos y pequeños comercios que dependen de este sistema simplificado para gestionar sus obligaciones fiscales, incluyendo impuestos, obra social y jubilación.
Las nuevas escalas del Monotributo van desde la categoría A, con un aporte mensual de $26,000, hasta la categoría K, donde los prestadores de servicios deben abonar hasta $867,084.75. Es fundamental que los contribuyentes mantengan un control riguroso sobre sus ingresos, ya que exceder el límite de facturación de una categoría conlleva la obligación de recategorizarse. Este proceso se ha extendido hasta agosto de 2024, lo que ofrece un margen de tiempo para adaptarse y evitar sanciones.
Qué pasa que se supera los límites
Para aquellos que superen los límites en las categorías más altas, la opción de pasar al régimen general se convierte en una necesidad, aunque ello implique asumir mayores obligaciones impositivas y una carga administrativa más pesada, como la inscripción en IVA y Ganancias.
Sin embargo, la AFIP también sugiere alternativas para quienes deseen evitar el régimen general. Formar una sociedad puede ser una opción atractiva para reducir la carga fiscal y gestionar de manera más efectiva las responsabilidades tributarias. Es vital que los contribuyentes evalúen cuidadosamente todas las opciones antes de tomar decisiones.
Además, la AFIP actualizó los montos mensuales por categoría: en octubre de 2024, los contribuyentes de la categoría A pagarán $3,000, mientras que los de la categoría K abonarán hasta $735,000.