Si bien el plantel de Al-Ittihad sigue entrenándose bajo sus órdenes en Emiratos Árabes Unidos y calentando motores con vistas a la reanudación de la liga, Marcelo Gallardo vive un tenso presente después de que estallara el escándalo con Karim Benzema.
Al pálido cierre futbolístico del 2023 -perdió tres partidos consecutivos y quedó eliminado del Mundial de Clubes-, se le sumaron los faltazos, varios de ellos injustificados, del reconocido goleador francés en plena competencia.
Su relación con el "Gato" es de respeto mutuo y lo considera el jugador más valioso del equipo, aunque al "Muñeco" no le tembló el pulso para tacharlo de la lista de la pretemporada por sus actos de indisciplina y dejarlo que se entrenara de manera diferenciada.
De hecho, según fuentes cercanas al jeque del conjunto de Yeda, el ex-DT de River tenía su aval para dejarlo en penitencia, ya que el delantero también era mirado de reojo por sus compañeros y el trato no era el mejor.
Sin embargo, con el paso de los días la cúpula dirigencial fue cambiando su postura: creyeron que con este castigo Benzema presionaría para irse, pero todo indica que se quedará en Arabia Saudita. Son pocos los equipos de Europa que pueden hacerse cargo del sueldo que está cobrando actualmente.
Ahora los dueños del Al-Ittihad presionan a Gallardo para que reincorpore a su máxima figura, teniendo en cuenta que están desembolsando millones de dólares y necesitan aprovecharlo en cancha, pero el DT argentino siempre se caracterizó por priorizar el orden y la armonía grupal por sobre cualquier nombre propio.
El tire y afloje entre dirigencia y cuerpo técnico es constante. En los medios locales sobrevoló el rumor de un despido y hasta una inminente renuncia, pero lo cierto es que el "Muñeco" continúa con el buzo amarillo y negro puesto y Benzema se entrena por su cuenta.
(TyC Sports)