El encuentro entre Boca y Gimnasia por la fecha 23 de la Liga Profesional fue suspendido debido a los graves incidentes que ocurrieron en la previa y durante el partido y los gases lacrimógenos que invadieron el terreno de juego y dañaron a todos los presentes en el estadio Juan Carmelo Zerillo.
<blockquote class="twitter-tweet"><p lang="es" dir="ltr">GRAN gesto de Marcos Rojo: repartió botellas de agua en las tribunas. <a href="https://t.co/B3kYV8fiTn">pic.twitter.com/B3kYV8fiTn</a></p>— SportsCenter (@SC_ESPN) <a href="https://twitter.com/SC_ESPN/status/1578185941432225792?ref_src=twsrc%5Etfw">October 7, 2022</a></blockquote> <script async src="https://platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script>
El defensor central no fue convocado para este partido, pero de todas formas acompañó al plantel en lo que fue un encuentro entre Boca y Gimnasia detenido a los nueve minutos del partido. Rápidamente varios hinchas se retiraron del estadio luego de la instantánea invasión del gas lacrimógeno, otros saltaron al campo y para los que se quedaron Rojo les alcanzó botellas de agua.
Dada la trascendencia del encuentro, las tribunas del estadio se colmaron rápidamente y se alcanzó el límite de capacidad poco menos de media hora antes del pitido inicial, se cerraron todos los accesos y los que llegaron tarde no lo tomaron de la mejor manera.
Con el correr de los minutos, la policía respondió con gases lacrimógenos, que terminaron ingresando al campo de juego y afectaron a jugadores, cuerpo técnico y terna arbitral, además de a los hinchas de las plateas más cercanas a los incidentes. El partido quedó demorado a los nueve minutos de juego, con ambos planteles retirándose al vestuario hasta que pase el efecto de los gases.