Una leve baja en la cantidad de muertos por el coronavirus en Italia, abrió una tenue esperanza de reversión de la enfermedad, aunque aún es muy pronto para establecer una tendencia que pueda ser definitiva.
Tras dos días seguidos con un drástico aumento de muertos (el viernes hubo 627, el sábado, casi 800), este domingo se han reducido algo, con 651 fallecidos en sólo 24 horas, 142 menos que el día anterior.
También decrece el número de nuevos enfermos, que el sábado fue de más de 4.800, y este domingo más de 3.900. "Todos esperamos que estos números puedan confirmarse en los próximos días, pero no podemos bajar la guardia", señaló a la prensa el jefe de la Protección Civil italiana, Angelo Borrelli.
En total, ya son casi 60.000 los italianos que han contraído el virus, entre los cuales 5.476 que perdieron la vida y 7.024 lograron curarse.
El presidente del Consejo Superior de Sanidad italiano, Franco Locatelli, subrayó el valor de la "caída leve" de muertos y contagiados, una "señal que llega cuando comienza a acercarse a la distancia temporal en la que queremos ver signos de las medidas de contención que hemos tomado", dijo en rueda de prensa.
No obstante, las autoridades sanitarias presumen que el número de fallecidos aumente en los próximos días, ya que todavía hay más de 3.000 personas que se encuentran en cuidados intensivos.