No hay fútbol ni básquet, como tantas otras actividades debido al coronavirus, pero los aficionados al deporte en Rusia pueden seguir otra competición: un torneo de ajedrez que permitirá al ganador enfrentarse al campeón del mundo.
Organizado hasta el 4 de abril en un hotel de lujo de Ekaterinburgo, se trata de uno de los últimos eventos deportivos mantenidos en el país y en Europa, tras una gran serie de suspensiones debido al COVID-19.
Su vencedor tendrá el honor de jugar contra el fenómeno noruego Magnus Carlsen, de 29 años, número uno mundial desde 2013, en un duelo programado en Dubái en diciembre.
Las partidas son difundidas y comentadas en chino, en ruso y en la cadena Youtube de la Federación Internacional de Ajedrez (Fide), que informó este martes en su cuenta Twitter que alcanza un pico de un millón de espectadores virtuales en China.
En el lugar, la federación prohíbe la presencia del público para limitar los riesgos ligados a la pandemia y estimó a principios de marzo su anulación imposible, por razones "prácticas y legales".
"Las fotos y videos (de periodistas) son solo autorizados respetando una distancia de seis metros con los jugadores", precisó la organización, una de las últimas instancias deportivas internacionales donde Rusia mantiene una influencia heredada de la Unión Soviética.
Según la Fide, el torneo reúne a la "crème de la crème" del ajedrez masculino: los chinos Ding Liren y Wang Hao, el estadounidense Fabiano Caruana, los rusos Alexander Grischuk, Ian Nepomniachtchi y Kirill Alekseenko, el holandés Anish Giri y el francés Maxime Vachier-Lagrave.
Hasta ahora, 114 casos del nuevo coronavirus han sido registrados en Rusia, sin ningún fallecimiento, según las cifras oficiales. El país ha cerrado de todas maneras sus fronteras el miércoles, hasta el 1 de mayo, a los ciudadanos extranjeros, a excepción de los residentes permanentes.