Jaguares plantó batalla ante Crusaders en el Orangetheory Stadium de Christchurch, pero no pudo ante el equipo más poderoso del Super Rugby y perdió 19 a 3. Sin embargo, el conjunto argentino no se fue precisamente con las manos vacías. Delante de los ojos del mundo del deporte, y en presencia de muchos de los mejores jugadores del mundo, Pablo Matera fue elegido el mejor jugador de la final.
El ala argentino recibió el premio por su enorme performance en el encuentro decisivo ante los neozelandeses. Según las estadísticas oficiales, el mendocino de 25 años fue el jugador argentino que más acarreos realizó, con 16, en los que avanzó 49 metros y dejó a cuatro defensores en el camino. Además, realizó 11 tackles, sin fallar ninguno, solo superado en su equipo por Tomás Kramer, el otro ala (13).
Sin embargo, el aporte de Matera en la Final, al igual que durante el transcurso de todo el certamen, fue mucho más allá de los números. De hecho, las dos mejores ocasiones ofensivas nacieron de imprevisibles pases suyos a Matías Moroni que rompieron la defensa rival, pero lamentablemente no se vieron reflejadas en el marcador.