Muchos hablan por lo bajo, pero nadie se atreve a declarar quién mató a David Moyano. El crimen ocurrido el jueves 25 de junio por la madrugada, en la zona de avenida Almafuerte y Antonio Crespo de Paraná, está cada vez más complicado para los investigadores, que tienen algunos nombres para sospechar, pero ninguna prueba que oriente la pesquisa, y se encuentran además con el obstáculo de reticencia a hablar en el entorno de la víctima.
Desde el primer día, tanto el personal de la comisaría tercera como de la División Homicidios, bajo las directivas de la Unidad Fiscal de Investigación, adoptaron varias medidas, como allanamientos y entrevistas con posibles testigos, pero los resultados han sido negativos.
Moyano, conocido como Moncholo, de 25 años, iba caminando solo por la avenida cuando fue atacado por detrás por los asesinos que se conducían en un auto. Lo ejecutaron con cuatro balazos en la espalda y se fugaron. El policía que estaba de adicional en una empresa de transporte, escuchó los disparos y corrió para auxiliarlo, pero estaba tan grave que ya no le quedaba aliento para hablar y dar algún nombre.
La víctima, que vivía en el barrio La Milagrosa, tenía problemas con varias personas del ambiente delictivo, y se pudo precisar que sus enemigos estarían en el barrio Jauretche. Pero hasta ahí se llegó: si bien hay algunos nombres que se manejan (cuatro o cinco personas que habrían tenido cuentas que ajustar con Moyano), no se cuenta con pruebas suficientes para que el fiscal ordene alguna detención.
Sin embargo, tanto en los barrios de la zona este de Paraná, donde hace tiempo asolan los enfrentamientos entre distintas bandas, muchos vecinos ya comentan, acerca de quiénes fueron los ejecutores de Moyano. Incluso en las redes sociales, algunos mencionan a personas que ya estuvieron involucradas en otros hechos delictivos violentos en Paraná.
Antes que sea demasiado tarde, se espera que principalmente entre los allegados a Moyano se rompa el silencio. De todos modos, se continuarán las medidas investigativas hasta agotar las opciones.
"Un calibre muy extraño"
A los investigadores les sorprendió el arma utilizada para matar a Moyano: una calibre .25 auto, que en muy raras ocasiones se ha encontrado en otros hechos. El cotejo de las vainas secuestradas no arrojó coincidencias con otros episodios delictivos. Un especialista consultado dijo: "Es un calibre muy extraño, generalmente son armas viejas, de origen belga, aunque se siguen haciendo las municiones".