El Comité de Organización de Emergencia de Salud (COES) emitió el documento N° 077 que establece recomendaciones para el acompañamiento y tratamiento de pacientes en situaciones de últimos días u horas de vida en el contexto de pandemia por Covid-19. Considerando la situación epidemiológica actual, la atención médica debe tener en cuenta la integralidad del cuidado, ya que la muerte aislada y en soledad impone una condición de sufrimiento y profundiza las consecuencias emocionales tanto para el paciente como para su familia y entorno afectivo.
Como pautas generales, desde el COES se insta a: humanizar el cuidado y la atención en establecimientos de salud en relación con el final de la vida; sumar un enfoque integral al tratamiento de la enfermedad Covid-19 tanto para pacientes, familia, entorno afectivo y equipos de salud; garantizar los derechos a la información, a la toma de decisiones y al respeto por la autonomía del paciente y sus afectos; facilitar el contacto y la comunicación durante todo el proceso de internación y extremar las medidas para asegurar el acompañamiento; como también prever una comunicación entre la institución de salud, familiares y persona afectada.
Asimismo, las instituciones deberán garantizar el derecho a la despedida de los seres queridos durante el proceso de final de vida, y que dicha instancia sea lo más humanizada y confortable posible; además del acceso a las medidas de protección y bioseguridad; e instancias de cuidado y acompañamiento a los cuidadores y equipos de salud intervinientes, brindando un adecuado soporte emocional y material para sostener su tarea.
<h5>Otras pautas</h5>
En lo que respecta a pautas para el equipo de salud, se recomienda contar con un equipo interdisciplinario e intersectorial (médicos, enfermeros, psicólogos, trabajadores sociales, entre otros) no sólo para que comunique y acompañe a la familia, sino también para prepararlos para ver a un familiar en la instancia de final de vida, evacuar incertidumbres que puedan existir y minimizar los riesgos.
Por otra parte, el personal de enfermería se ocupará de instruir en el correcto uso y retiro de los Elementos de Protección Personal (EPP) y asistirá en la colocación y el retiro, así como en las indicaciones sobre la adecuada higiene de manos. En tanto que también se deberá comunicar que, en caso de algún incidente que afecte las medidas de protección, podrá ser considerado como contacto estrecho, y se lo instruirá acerca de los pasos y medidas a complementar.
Una vez finalizada la visita, el equipo de salud mental acompañará en la contención. Es necesario que se brinde primera ayuda psicológica a familiares y seres queridos que se encuentran en proceso de pérdida.
Por otro lado, como pautas para la persona que ingresa de visita, el acompañante deberá ser, preferentemente, mayor de edad y gozar de buena salud general. Además, se sugiere que las personas que estén en cercanía del paciente no pertenezcan al grupo de riesgo para COVID-19: menores de 1 año, mayores de 60, personas gestantes o con factores de riesgo, o quienes se encuentren inmunodeprimidas.
Previamente al ingreso a la institución, será asesorado por personal de enfermería y médico sobre el procedimiento, los riesgos de la visita y el cuestionario para descartar un posible caso sospechoso. La persona que entre podrá hablar con el paciente y podrá tomarlo de la mano (la cual será desinfectada previamente con solución hidroalcohólica). Se podrán llevar objetos de valor sentimental y, una vez concluida la visita, no podrán tocar nada hasta que los guantes sean retirados.
Por último, ante el fallecimiento se debe comunicar a los familiares y seres queridos el protocolo a seguir frente al contexto de pandemia por Covid-19, y es recomendable realizar un seguimiento para brindar contención y ofrecer la red de atención remota en salud mental para continuar con el acompañamiento.