Madres y padres de la Escuela N° 67 "Juan Enrique Pestalozzi", ubicada en el barrio Echesortu, de Rosario, denunciaron una creciente plaga de ratas que afecta al establecimiento desde febrero. Expresaron su preocupación tras ser informados por la dirección del colegio sobre la aparición de los roedores, que comenzó durante el verano y ha aumentado significativamente.
“Seguramente hay nidos, hemos visto ratas de todos los tamaños”, comentó una madre. Otra relató que, aunque los estudiantes asisten a clases normalmente, hay un temor constante sobre lo que podrían encontrar en las instalaciones: “Han encontrado desechos en los bancos y ratas muertas en la escuela”.
Según los padres, las autoridades escolares informaron que no tienen la autorización del Ministerio de Educación provincial para realizar una fumigación más efectiva, y solo pueden aplicar un método para ahuyentar a los roedores. Esta limitación generó una creciente inquietud entre las familias, quienes reciben informes alarmantes de sus hijos sobre la situación en el colegio: hay la presencia constante de roedores y sus excrementos en los salones y aulas.
El equipo directivo de la escuela emitió un comunicado esta semana reconociendo el problema y detallando las acciones que han tomado desde febrero para erradicar a los roedores. Inicialmente, realizaron desratizaciones y limpieza de desechos, pero como no obtuvieron los resultados deseados, se comunicaron con el Fondo de Asistencia Educativa (FAE), que les autorizó procedimientos adicionales, el último de los cuales tuvo lugar el 30 de agosto.
Las autoridades también contactaron al supermercado Coto, cuyas instalaciones colindan con la escuela, para pedirles que intensifiquen las medidas de control. “Nos informaron que tienen todo en orden, y miembros del equipo directivo visitaron el local para verificarlo”, indicaron.
El comunicado aclara que, debido a las desratizaciones, algunos roedores han aparecido en salones y en la biblioteca. Sin embargo, aseguran que las sustancias utilizadas no representan un riesgo para los humanos.
El equipo directivo señaló que una erradicación más efectiva se lograría mediante cebos, pero este método está prohibido en el ámbito escolar y requiere autorización del Ministerio. El lunes pasado, personal del FAE realizó una visita para evaluar la necesidad de reparaciones en paredes y pisos, así como para instalar “barreras físicas” que impidan la entrada de plagas.