Una mujer que encontró en la calle un maletín con alrededor de un millón de pesos y decidió devolverlo, recibió una recompensa que destinó a un centro comunitario de Roldán, en Santa Fe. El hallazgo ocurrió mientras la protagonista de esta historia buscaba la manera de conseguir dinero para alimentar a sus hijos, en medio de las dificultades para encontrar trabajo durante estos días de cuarentena.
María (pidió que su apellido se mantenga en reserva) salió de la casa con la intención de hacerse de unos pesos para comprar pan para los hijos. <b>Cerca de una garita de colectivos de la ruta 9 observó un maletín. Lo tomó y lo llevó a la casa. Como no lo podía abrir, su marido usó una amoladora.</b>
Adentro <b>había unos 40 sobres con el membrete de una empresa de Maciel. Abrieron uno de los sobres y descubrió que en el interior había diez mil pesos.</b>
La pareja y tres de los hijos <b>permanecieron en silencio por unos minutos. Hasta que Agustín, el hijo de 22 años, le dijo: "Mamita, tenemos que devolverlo".</b>
En el interior del maletín había un sobre que contenía una partida de nacimiento. Buscaron a esa persona por internet y así dieron con un matrimonio de <b>empresarios de Maciel que resultaron ser los propietarios del maletín, que lo habían perdido el día anterior.</b>
El matrimonio fue hasta la casa de María, en barrio Cotos de la Alameda de Roldán y además de manifestarle su agradecimiento, compartieron una amena charla.
<b>"Les dije que había tomado 500 pesos de un sobre para comprar comida y Alicia, la mujer del empresario, me respondió que no me preocupara. También me preguntó qué estaba necesitando y le respondí que alimentos para mis hijos"</b>, contó María.
Antes de irse, el empresario le preguntó si necesitaba algo más y ella se acordó de Jonatan Mansilla, un joven que creo el grupo Amor Solidario y montó un merendero y comedor para darle de comer a los más necesitados.
El hombre le consultó si cinco mil pesos eran suficientes y al día siguiente un taxi llegó hasta su hogar con esa suma de dinero.
No fue lo único. María <b>recibió de un supermercado de la ciudad de Funes mercadería suficiente para alimentar a su familia por dos meses.</b>
<h5>Dar sin pedir nada
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"Dar sin pedir nada a cambio es la idea". Así es el slogan del grupo Amor Solidario, y María lo sabe bien. "Lo conocí a Jonatan por medio de mi pobreza. Me mudé a Roldán a fines de 2018 después de haber tenido un accidente de trabajo. Estábamos muy mal, no tenía nada para cocinar. Uno de mis hijos me dio el teléfono de Jonatan para que lo llamara".
"A las diez de la noche y sin conocernos, Jonatan llegó a casa con un bolsón con mercadería. Luego en Pascuas supe que había repartido huevitos de chocolate y le volví a escribir preguntándole si no le habían sobrado dos para mis nenas. Otra vez vino de noche. Así surgió una linda relación, y por eso me acordé de él cuando el empresario me preguntó que más necesitaba".
Con los cinco mil pesos, Jonatan compró un gran mechero y un disco con el que prepara salsa para más de 200 viandas diarias de comida.
María es empleada doméstica y gana poco más de siete mil pesos. El marido hace changas, pintura, albañilería, jardinería, pero ahora está sin trabajo. Viven con tres hijos de 11, 13 y 22 años, tiene dos casados y otros dos fallecidos.
Su hija de 13 años padece problemas renales y necesita una alimentación especial que con esfuerzo logran cubrirle en un 80 por ciento. Estudia en la Escuela Técnica 643, que también ayuda a la familia con alimentos. Otro de los hijos, de 22 años, es árbitro de fútbol pero está sin actividad por la cuarentena.
"Muchos me dijeron que cómo se me ocurrió devolver ese dinero teniendo tantas necesidades. Y les digo que no hubiéramos podido usarlo sabiendo que no era nuestro. Nos queda la alegría de que con nuestra acción pudimos ayudar a que muchos chicos tengan un plato de comida y una taza de leche". (La Capital)