REDACCIÓN ELONCE
A lo largo del último año, la seguridad fue motivo de preocupación para muchos vecinos de la provincia. En respuesta a estas demandas, el Ministerio de Seguridad y Justicia lanzó el programa "Barrios Seguros", con el objetivo de reforzar la prevención del delito y aumentar la presencia policial en las calles.
El programa generó un despliegue de efectivos, grupos especiales y vehículos para disuadir delitos como el narcomenudeo y mejorar la percepción de seguridad. Pero, ¿es suficiente la presencia policial para reducir los delitos, o se necesita un enfoque más integral que incluya mejoras en la Justicia y en la rehabilitación de los delincuentes?
En las reuniones entre comisarías y comisiones vecinales, los ciudadanos expresaron su preocupación por delitos contra la propiedad, el robo de cables, la rotura de luminarias y los arrebatos. Muchos valoran la intervención policial, pero critican que los delincuentes son liberados rápidamente. ¿Es necesario un cambio en la Justicia para que los delincuentes enfrenten castigos reales?
La Provincia también reforzó a la Policía con más vehículos, armamento y uniformes. ¿Este tipo de refuerzo es suficiente, o se necesita replantear las estrategias de prevención?.
Y finalmente, ¿hasta qué punto la inseguridad está vinculada a la situación social y económica? ¿Influyen factores como el desempleo, la pobreza y la desigualdad social, o se trata de un problema que requiere soluciones más allá de lo económico?.
El tema fue debatido en El Ventilador, programa que se emite martes y jueves a las 21.30 por Elonce.
Walter Giordano, Jefe de Operaciones de la Policía Departamental Paraná, dijo que “es una situación que no es ajena a todo el país. Todas las cuestiones que suceden acá, suceden en otras provincias. Creo que hay que tener en cuenta la actividad que nosotros desarrollamos en el ámbito de nuestra provincia. Bajo los lineamientos que tenemos tratamos día a día de ir sobrellevando o mitigando todos los problemas que se van suscitando. Es una cuestión que es de reiterar las estrategias y cambiar todo lo que vamos planificando día a día porque hay una situación generalizada en todos los puntos de la ciudad. No tenemos hechos en un solo punto”.
“Todos los días tenemos reuniones con la gente de las comisiones vecinales. Es una de las propuestas que llevamos a cabo, la de acercarnos a la gente. Muchas veces nos encontramos con cuestiones de ignorancia en cuanto a la utilización de los medios de comunicación hacia la Policía. Por ejemplo, ocurre con la utilización del 911. Hemos notado que hay gente que no lo utiliza y eso nos genera la imposibilidad de tener el detalle del momento que sucede algo”, comentó.
Destacó la importancia de llamar al 911 porque “con ese llamado nosotros tenemos la capacidad de evaluar qué recurso va a ser enviado al lugar donde se recibe el llamado. Hay un protocolo y quien atiende va a preguntar porque necesitamos detalles. Nos sirve a nosotros que estamos en la calle para saber a dónde vamos y qué buscamos. Le pedimos a la gente que antes de mandar un mensaje a cualquier lado o a un grupo, llame al 911. La operadora que atiende transmite todo al operador de la radio, que nos transmite a nosotros a los móviles. Por eso es importante dar detalles. El móvil sí o sí ante el llamado tiene que ir, tarde o temprano. Hay que aportar datos de vestimenta, patente, lo que se pueda”.
Remarcó que uno de los delitos más detectados en el último tiempo es “robo de metales, ya que el delito constantemente busca eso, algo inmediato para venderlo. Está detrás de eso también la problemática del consumo de estupefacientes y algunas otras cuestiones. Actualmente tenemos personas detenidas que son de otra provincia y han venido a delinquir. Es un ámbito complejo”.
Explicó que “lo bueno que se ha venido haciendo es la imputación y persecución de hechos que vienen de personas que son de otra provincia. Hemos tenido muchas causas en las cuales se ha detectado, imputado e incluso están detenidas personas que han venido a cometer hechos delictivos a la provincia. A veces son grupos de personas que llegan con relaciones con personas que están privadas de su libertad. Ese es un vínculo constante. Esas relaciones también traen aparejado que venga gente a tratar de delinquir. Esa modalidad ocurre en todos lados”.
Consultado respecto a por qué tras la detención de una persona muchas veces luego queda en libertad, expresó: “nosotros tenemos un muy buen trabajo de interacción con la Justicia. Gracias a la Justicia hemos resulto un montón de situaciones que teníamos en la ciudad. Hoy en día ha disminuido mucho el delito violento, pero sí tenemos el incremento del hurto o el robo contra la propiedad, pero no contra la persona. Nosotros todo lo que hacemos sobre el momento en que se detiene a una persona tenemos que referírselo al fiscal en turno. Se le informa con qué elementos se lo encontró o no, o a qué se debe que lo hayamos demorado. Las determinaciones son a nivel judicial con las circunstancias lógicas de la legislación”.
Dijo que “sobre la información o la prueba que se aporta a la justicia, es necesario aclarar que trabajamos con todos los medios de prueba que sean posibles recabar en el ámbito donde sucede el delito, sean cámaras de seguridad particulares o nuestra institución, información que brinden testigos, los datos que la gente aporta en el llamado, los mensajes o fotos de celulares, toda información que pueda referir y de la pauta de que una persona participó en un hecho delictivo se eleva en el expediente que se judicializa. Las detenciones incrementaron por el llamado telefónico. Un alto porcentaje de las detenciones que hoy se realizan en la ciudad es por el llamado al 911”.
Por su parte, Liliana Monzón, representante del Área de Fortalecimiento Institucional y Comunitario de la Jefatura Departamental Paraná, expresó: “lo que nos corresponde hacer a nosotros no es el trabajo social, debería ser hecho por otras instituciones que están para hacerlo. En lo particular me toca acompañar al vecinalismo desde la Policía. Tratamos de hacer un montón de cosas que, si vamos a lo que corresponde, no nos corresponde a nosotros hacer esas cosas para los vecinos, lo comunitario. Lo hacemos igual, porque entendemos que hay necesidad, mucha carencia. No justifico el delito, que se diga voy a robar o hacer daño porque tengo hambre, porque se puede trabajar. El país se tiene que sacar adelante trabajando dignamente y obtener lo que vamos a comer con el sudor de nuestra frente. Ojalá desde la institución policial se pudiera hacer algo, porque lo haríamos, pero no sé si está aceptado por el sistema piramidal en el que estamos y cómo está subordinado al estado”.
Sobre las reuniones que mantienen con las comisiones vecinales, dijo que “hay muchas que están muy comprometidas, que trabajan, pero tenemos que tener en cuenta que no todos los seres humanos podemos manejar la emoción del miedo. Muchas veces ese miedo que tienen lo llevan a no asumir el compromiso de decir yo vi dónde estaban robando, o sé dónde guardaron las cosas. Tienen miedo porque el delincuente vive en frente, cerca o por miedo a represalias. Hay otros que no quieren salir de su estado de confort, piensan en que mejor lo haga otro”.
“Al vecino le decimos que no estamos en las épocas de antes, no podemos dejar la puerta abierta. Tampoco deben dar datos cuando los llaman por teléfonos porque pueden ser víctimas de estafas. Pedimos que nos llamen, que se comuniquen con el 911. Les pedimos que no se arriesguen, que no hagan el papel del policía”, agregó. Elonce.com