Continua la vacunación contra el coronavirus en el hospital de La Baxada de Paraná. En la jornada de este miércoles aplicaron 1500 segundas dosis de Pfizer a jóvenes de entre 12 y 17 años que habían sido convocados con turno asignado.
En la oportunidad, Elonce TV rescató el testimonio de los adolescentes que acudieron al nosocomio, algunos acompañados por sus abuelas, para completar su calendario de vacunación contra la pandémica enfermedad.
“Es una tranquilidad que estén vacunadas, y como su papá está operado, las traigo yo”, contó orgullosa una abuela acompañaba a una de sus nietas, y mañana, iba a llevar a la otra de 12 años.
“Perdí a mi marido, sufrió un infarto de tanto estar encerrado; no quería caminar, no quería salir a caminar. Y no se alcanzó ni a vacunar porque, cuando empezaron, él ya había fallecido”, rememoró la mujer. “Por ellas (sus nietas) tengo motivos para seguir adelante”, destacó.
“Es una obligación vacunarse”, remarcó una adolescente de 12 años. A Elonce TV le contó que previamente había asistido a la escuela para hacer un examen y después se retiró para acudir a la convocatoria en La Baxada. “Durante la pandemia se me hizo complicado con la escuela”, rememoró en relación a las restricciones durante la pandemia.
“Al principio no me decidía, pero como vi que todos se vacunaban, busqué para inscribirme y a los dos días me llamaron”, reveló otra joven de 16 años.
Otro, de 13 años, rememoró que, tras la primera dosis, no sintió “ningún dolor, ni fiebre”. El joven contó que optó por vacunarse contra el Covid-19 “para no tener gravedad ante el virus y para el cuidado de mi familia”.
“Es un alivio por mi abuela, porque estuvimos todo el año pasado cuidándola; ella es la que siempre está en todo nos motiva”, sostuvo Santino. Según contó, cuando regresa de la escuela, “la abrazo y la beso entera”. “Hay que acompañarlos en estos momentos que son especiales”, aseguró su hermano mayor, Facundo, que lo llevó hasta La Baxada para completar el calendario de vacunación contra la pandémica enfermedad.
Otra abuela que llevaba a Tatiana y a Valentina a vacunarse, subrayó: “Es una alegría enorme porque sé que van a estar protegidas, y porque las vacunas nunca fueron para hacer mal, siempre fueron para hacer bien”. “Yo la pasé mal cuando tuve Covid-19”, rememoró la mujer. De hecho, su nieta reconoció: “Estuve preocupada porque ella es de riego”.
(Elonce)