El islote Curupí, ubicado en el río Paraná, frente a la capital entrerriana, se ha consolidado como uno de los destinos preferidos por los turistas, especialmente durante la temporada estival. Sin embargo, la sostenibilidad es clave para mantener este paraje en buen estado.
En diálogo con Elonce, Elías Sigura, guardaparque del islote Curupí, destacó la importancia de promover un modelo de turismo amigable con el medio ambiente e hizo hincapié en la relevancia del ecoturismo como una forma de disfrutar los espacios naturales sin causar daño al ecosistema.
“El ecoturismo es una alternativa que beneficia tanto a los turistas como a los pobladores locales, al mismo tiempo que protege la flora y fauna del lugar”, explicó. Para dar cuenta de lo interesante que es “tener un área protegida tan cercana de la ciudad de la costanera de Paraná y poder mostrar otro modelo de turismo que es el famoso y conocido como ecoturismo. Un turismo que es más amigable con el ambiente, que se llevan muchos beneficios los pobladores locales los turistas que visitan y el área también. De nada sirve que un ambiente natural reciba muchos turistas y se perjudique el lugar, es por eso que el ecoturismo busca un equilibrio entre turistas, la fauna y la flora que allí habita y poder contemplar estos lugares”.
El guardaparque también se refirió a la situación actual del islote, que enfrenta las consecuencias de la prolongada sequía que afecta al río Paraná. “La realidad hoy de nuestra isla es la misma que está sucediendo con todas las islas del Paraná que están en una gran sequía extraordinaria que sigue prolongándose. Tenemos gran influencia de kayakistas, la gente que hace SUP, muchos navegantes del río que llegan a disfrutar del río y de los bancos de arena y en este periodo reproductivo de las aves, es fundamental tener precaución al caminar por las playas, ya que se pueden encontrar nidos con huevos en la arena. Si se llevan animales como perros, podrían destruir estos nidos y afectar la población de aves playeras”, alertó Sigura.
Además, el guardaparque enfatizó la necesidad de evitar prácticas que puedan agravar la situación ambiental, como la realización de fogatas. “Un pequeño fuego, incluso para calentar agua, puede salirse de control y convertirse en un incendio que empeore la sequía. Las altas temperaturas y el viento pueden propiciar catástrofes”, señaló.
Sigura también brindó recomendaciones para quienes visitan la isla y sus playas, donde habitan rayas. “Cuando caminamos por la arena, es importante arrastrar los pies. Las rayas suelen adherirse al fondo y, al pisarlas accidentalmente, pueden picar con su cola, lo que genera un dolor intenso debido a su toxina. En caso de accidente, se debe aplicar agua caliente sobre la zona afectada para neutralizar el veneno”, explicó.
Por último, Sigura hizo un llamado a la responsabilidad de todos los visitantes. “En el río no somos muchos, pero debemos cuidarnos entre todos. Cuando vemos que se viene la tormenta, tratar de avisar que no salgan en canoas y demás; no hay que arriesgarse, hay que tener muchos recaudos y ser responsable”.
Con estas recomendaciones, Sigura destacó la importancia de cuidar el entorno natural del islote Curupí, un verdadero pulmón verde en la cercanía de la ciudad de Paraná, y un ejemplo de cómo el ecoturismo puede contribuir a la conservación del medio ambiente. Elonce.com