El gobierno británico suavizó esta semana las medidas de confinamiento por causa del coronavirus y cada cambio lleva además aparejada una nueva ley que lo regula.
Así, <b>reunirse con una o más personas de otra familia en un espacio privado como una casa o un piso, es ilegal en Inglaterra y por tanto también lo es tener relaciones sexuales con alguien que no viva en la misma casa</b>.
Hasta el momento, la persona que visitaba a otra era la infractora, pero con el último cambio, vigente desde el pasado lunes, <b>tanto quien reside en el hogar como quien lo visite podrán ser procesadas conforme a la ley</b>. Para evitar que algunos buscaran la solución alternativa de tener sexo al aire libre -el único espacio donde se permite encontrarse con otras personas, aunque manteniendo la distancia de seguridad de dos metros- <b>la ley también prohíbe las relaciones sexuales en lugares públicos.</b>
La entrada en vigencia de la nueva ley, calificada como curiosa por algunos pero discriminatoria por otros, requirió que el gobierno hiciera algunas aclaraciones al respecto. Un portavoz manifestó que la policía no solo actuará "con discreción" y "sentido común", sino que explicó que no tiene poderes para "irrumpir" en la casa de alguien a menos que se sospeche que se está cometiendo una "actividad criminal grave".
"La policía hará lo que ha hecho desde el comienzo de las regulaciones sanitarias vigentes: (los agentes) ejercerán su sentido común e interactuarán con el público, y solo emitirán avisos de sanciones cuando crean que es un último recurso", se informó.
Aunque la nueva ley no prohíbe explícitamente el sexo, dice que "ninguna persona puede participar en una reunión" en interiores con dos o más personas y el Gobierno ha aclarado que eso incluye las relaciones sexuales, ya que la ley define una reunión "cuando dos o más personas están presentes y juntas en el mismo lugar para participar en cualquier forma de interacción social entre sí, o para emprender cualquier otra actividad entre ellas", publica el <a href='https://www.abc.es/' target='_blank'>diario ABC</a>.
Hay algunas excepciones, como quienes asistan a un funeral, los atletas de élite que estén confinados en un centro deportivo o quienes estén en medio de una mudanza.
Cualquier persona que infrinja las normas puede ser obligada a pagar una multa de 100 libras (112 euros), que se reduce a la mitad si se paga dentro de los primeros 14 días. Para los reincidentes, la multa puede llegar hasta las 3.200 libras (casi 3600 euros).
La próxima revisión de las medidas tendrá lugar en la semana que comienza el 15 de junio.