Además, el organismo manifestó su "preocupación por la suspensión de las clases, que afecta especialmente a los más vulnerables".
"El avance de la pandemia de coronavirus está desbordando los servicios sanitarios y desplazando la mayoría del personal hacia la respuesta contra la enfermedad, interrumpiendo los servicios de inmunización y atención primaria", advirtió Unicef en un comunicado.
Mientras tanto, la directora ejecutiva de ese organismo, Henrietta Fore, apuntó que "el distanciamiento físico lleva a los padres a tomar la difícil decisión de aplazar la inmunización rutinaria".
En este sentido, Fore explicó que Unicef "trabaja para garantizar que los países que lo necesiten dispongan de un suministro adecuado de vacunas, y que se mantiene en contacto con los proveedores mundiales para asegurar que no se interrumpa la producción".
Además, recomendó "encarecidamente" a "todos los gobiernos que comiencen ahora una planificación rigurosa para reforzar las actividades de inmunización una vez esté bajo control la pandemia".
Por otro lado, ante el "cierre global de escuelas que afecta a más del 80 por ciento de los estudiantes de todo el mundo y la consiguiente interrupción de su educación", Unicef informó que destinará "inicialmente 13 millones de dólares en apoyo a los gobiernos de países de bajos y medios ingresos -aunque todavía no especificó cuáles son- para elaborar planes que permitan una respuesta rápida en todo el sistema educativo".
Esos recursos servirán para "preparar programas de aprendizaje alternativos en caso de cierre de escuelas en esos países y ayudar a las escuelas a mantener seguros, tanto a los niños como a sus comunidades, mediante el suministro de información sobre el lavado de manos y otras prácticas de higiene".
Asimismo, los fondos también contribuirán a "apoyar la salud mental de los niños, y a prevenir el estigma y la discriminación alentando a los estudiantes a evitar los estereotipos cuando hablen del virus".