Estados Unidos alcanzó este martes la cifra de 1.527.355 casos confirmados de COVID-19 y la de 91.845 fallecidos, de acuerdo al recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
Este balance a las 20:00 hora local (00:00 GMT del miércoles) es de 20.515 contagios más que el lunes y de 1.536 nuevas muertes.
El estado de Nueva York se mantiene como el gran epicentro de la pandemia en Estados Unidos con 352.845 casos confirmados y 28.558 fallecidos, una cifra parecida a la de Francia y solo por debajo del Reino Unido e Italia.
Tan solo en la ciudad de Nueva York han muerto 20.887 personas. A Nueva York le siguen la vecina Nueva Jersey con 149.356 casos confirmados y 10.587 fallecidos, el estado de Illinois con 98.030 contagios y 4.379 decesos y Massachusetts, que ha reportado 87.925 positivos por coronavirus y 5.938 muertos.
Otros estados con un gran número de fallecidos son Michigan con 5.017, Pensilvania con 4.628, Connecticut con 3.472 y California con 3.374.
El balance provisional de fallecidos -91.845- sigue por debajo de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes; pero ha superado ya con creces los cálculos más optimistas que hizo "a posteriori" el presidente Donald Trump de entre 50.000 y 60.000 fallecidos.
Desde entonces, sin embargo, Trump ha aumentado su pronóstico en varias ocasiones hasta reconocer en su cálculo más reciente que la cifra final probablemente estará entre 100.000 y 110.000 muertos.
El Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que para comienzos de agosto la crisis habrá dejado más de 143.000 muertes en Estados Unidos.