Entre 2013 y 2014, cientos de médicos argentinos emigraron hacia Brasil, tentados por la oferta económica a partir del programa Más Médicos, que había lanzado la entonces presidenta Dilma Rousseff.
Muchos de ellos aún se encuentran en el país vecino ejerciendo la medicina, afrontando actualmente un panorama complejo debido al avance que el Covid-19 tuvo en las últimas semanas.
Las políticas brasileñas, que apuntan a no frenar la economía, hicieron que la curva de contagios aumentara exponencialmente, y con ella, el consecuente número de fallecidos. En medio de esta situación, los especialistas sanitarios se encuentran abocados al 100 por ciento para tratar de frenar la enfermedad y lograr atender a los pacientes que llegan desesperados a los hospitales.
Un ejemplo es el de Mónica Aguirre, médica oriunda de la localidad misionera de El Dorado que se encuentra viviendo en San Pablo hace seis años y medio. En comunicación con <i>Radioactiva 10.7</i>, contó el difícil momento que están atravesando y ponderó las decisiones argentinas para hacer frente a la pandemia.
"<b>Me llama mucho la atención de los brasileños el descreimiento</b>, no creen que esto está sucediendo y piensan que a ellos no les va a pasar. <b>Tenemos un mensaje confuso del presidente de la república, que minimizó el caso y tiene mucha gente que lo apoya, por eso la gente cree que es así. Minimizaron el problema y está estallando ahora</b>. Si uno compara proporcionalmente la cantidad de casos con Argentina, no hay nada que hablar", puntualizó.
<b>Trabajar en la trinchera</b>
"En mi día a día, trabajo como médica en atención básica, en un puesto de salud de familia. Trabajamos de 8 a 17. Acá la organización es municipalizada. La responsabilidad de llevar adelante las estrategias de salud es por parte de los municipios, que tienen bastante autonomía, como los estados también. El gobierno federal es el que pasa algunas directivas y tiene la palabra final, pero tenemos bastante autonomía", expresó.
En ese sentido, explicó que en general se trabaja con un sistema de turnos, pero en este momento hubo muchos cambios que modificaron el flujo de trabajo.
"<b>Se separaron las dos emergencias para no tener los pacientes respiratorios en el mismo lugar que en otro tipo de pacientes</b>. También se montaron tiendas de campaña para reforzar en caso de que haya sobrecarga", relató.
Asimismo, aseguró que en el hospital en el cual se desempeña cuentan con suficientes equipos, elementos de protección individual. "<b>Trabajamos con seguridad, por ahora. Los pacientes van en aumento y esperamos que en una semana o dos se ocupe la disponibilidad que tenemos</b>. San Pablo en general ya está en un 85 por ciento de ocupación y tenemos otros estados también así. Acá no se hizo el aislamiento obligatorio que hicieron ustedes, entonces la curva empezó a irse muy para arriba, 600 muertes en un día es terrible".
"Los estados publican la cantidad de personas en espera de terapia. <b>En San Pablo hay más de 200 personas esperando terapia intensiva por día. Hay pacientes que están teniendo esa necesidad, pero no pueden acceder. Por eso, cuando comienza a colapsar, la gente empieza a morirse</b>", lamentó.
<b>Familia y apoyo</b>
"Yo vivo en pareja y lo conversé con él porque es una opción quedarme o no en casa mientras dure esto. Hay personas que trabajamos en hospitales que tenemos la elección de quedarnos en hoteles, para aquellos que consideren que ponen en riesgo a sus familias, pero en este caso vuelvo a mi casa", destacó Aguirre. Seguidamente, detalló las medidas que toma para cuidarse y cuidar a los suyos: "Cuando vuelvo, dejo mis zapatos afuera, me saco la ropa, me tomo un baño y después recién comienzo a socializar".
"Uno necesita mucho apoyo, mucha fuerza emocional. La salud mental en estos tiempos se ve complicada, pero tengo mi familia que vive en Eldorado y Posadas, estamos constantemente en contacto, con videollamadas, son la parte fuerte", cerró la médica.