REDACCIÓN ELONCE
En el día mundial del ACV, se concretó una actividad de concientización en el hospital San Martín de Paraná, organizado por los servicios de Enfermería y Neurología del nosocomio.
“La mayoría de los factores de riesgo son prevenibles y tratables; y realmente modifican la incidencia, la aparición del ACV, por eso es importante conocerlos y actuar sobre ellos para disminuir la aparición del ACV”, comunicó a Elonce la médica neuróloga Ivana Bergagna, al fundamentar la importancia de la propuesta.
Y continuó: “Se pretende prevenir la hipertensión arterial, la diabetes, la obesidad y el tabaquismo porque son los primeros factores de riesgo sobre los que podemos trabajar antes que ocurra un ACV; y sobre el paciente que ya tuvo un ACV para evitar que vuelva a suceder”.
En la oportunidad, Bergagna comentó que “los factores de riesgo hereditarios son la minoría”. Y agregó: “A medida que uno va creciendo, agrega distintas comorbilidades que suman al riesgo de padecer un ACV en algún momento”.
Entre los signos de detección de un ACV, la médica neuróloga mencionó “desviación o dificultad para mover la cara, dificultad para hablar, debilidad en un brazo o en una pierna o la aparición de síntomas de vértigo”.
“Los síntomas del ACV suelen ser súbitos y deben ser rápidamente reconocidos por el familiar o por el paciente”, sentenció. De hecho, destacó la importancia de “la identificación temprana de los síntomas porque el tratamiento disponible depende del tiempo en el que el paciente consulta”. “La ventana de consulta médica es de cuatro horas y media, por lo cual, no hay que perder tiempo y consultar rápidamente ante el hospital San Martín, que es el centro de referencia para el tratamiento”, recomendó Bergagna.
“El ACV es motivo de consulta más frecuente entre los focos neurológicos”, comunicó la jefa de residentes de Neurología del San Martín, Sol lazzaneo.
En la oportunidad, la especialista repasó que “un accidente cerebrovascular puede ser isquémico o hemorrágico y ocurre cuando se produce una obstrucción en el flujo sanguíneo, ya sea por la rotura de un vaso o un trombo que detiene la llegada de sangre al cerebro”.
En la ocasión, aclaró que “no hay una asociación directa entre los dolores de cabeza habituales con un aumento de riesgo de ACV”; y recalcó que “las secuelas son motoras, del lenguaje, en la comprensión, en la función cognitiva”. “Por eso la importancia de la consulta temprana y el tratamiento oportuno para mejorar la evolución del cuadro y su posterior rehabilitación”, insistió lazzaneo.