A un momento malo y duro de su vida supo encontrarle el lado positivo: fue parte del Bailando 2016. Sin embargo, su escandaloso juicio y su bochornosa separación del cirujano estético Aníbal Lotocki no le alcanzaron para permanecer en el certamen. Luego de algunas galas, Pamela Sosa fue eliminada por el voto de la gente y, desde afuera, hace autocrítica de su participación: "Ahora estoy abocada a mi marca, analizo propuestas para hacer teatro y tengo muchas ganas de ser madre".
-¿Cómo fue la experiencia de pasar por el Bailando y, como consecuencia, tener esa exposición?
-La verdad que con mis compañeros la pasé súper bien, el equipo de trabajo de Ideas es muy lindo. Recibí buen trato y me sentí en familia. Lo que sí, me pareció súper injusto que nos hayamos ido por una persona que no estaba presente y que tampoco se presentó después al certamen. Fue por un punto de diferencia.
-¿Volverías?
-Sí, claro. Tengo ganas de una revancha. Pero ya no volvería de la misma manera. Aprendí este tiempo que no estuve. Creo que fui demasiado permisiva, demasiado buena. No me bancaría tantas cosas como las que me he bancado. Estoy un poco enojada con eso. Viéndolo de afuera, mirando las galas, el jurado siempre fue muy injusto conmigo. Nunca valoraron absolutamente nada de lo que hice ni mis avances. No me bancaría más esas faltas de respeto de ellos hacia mí. En ese momento me divertía y me reía con todos de todo, pero volvería de otra manera. Sí me encantaría que me dieran ese lugar, porque de alguna manera siento que fue injusto sacarnos a nosotros. Ir directamente al teléfono fue injusto. Competir con alguien que nunca estuvo. Ojalá que tengamos una revancha, un repechaje. Lo merecemos.
-¿Cómo está hoy tu situación con tu ex, Aníbal Lotocki?
-El caso lo tiene Fernando Burlando y estoy mucho mejor, más tranquila, confío muchísimo en él. Aníbal quiso arreglar conmigo, me ofreció mucha plata, muchos dólares, pero no accedí. No acepté. Voy a ir a fondo porque sé que esto lo va a perjudicar mucho a él. No tengo dudas. Somos muchas las que lo padecimos. Burlando también tiene el caso de Silvina Luna y me dijo que esto va a tener repercusión en su laburo. Por lo menos, hay que inhabilitarle el título. Y con eso ya estaría conforme. Sé que su trabajo ha bajado mucho. La última comunicación de él fue con mis abogados tratando de solucionar esto con dinero. En el último allanamiento que se hizo en la clínica se encontraron tres historias clínicas mías de las veces que me operé y son totalmente falsas. A través de una pericia caligráfica se va a saber. Los papeles están impecables, tanto la de hace diez años como la de hace uno. ¡Se hunde solo!
-¿Y tu salud cómo está?
-Me solicitaron del juzgado hacerme las pericias médicas, una biopsia y otros estudios. Lo haré de manera particular con mi médica en el FLENI, y de paso me sacarán ese granuloma, que está muy grande. No vamos a parar. Esto sigue.
-En lo personal, hubo compromiso y planes de boda a futuro.
-En realidad tenemos ganas de casarnos y pusimos una fecha estimativa para cerrar este amor, pero tenemos muchas ganas de ser papás. El ya lo es, pero cada vez siento más deseo de ser madre. Así que no sé si voy a esperar un año hasta el verano de 2017, cuando nos casemos. La realidad es que tengo ese deseo.
-¿Están buscando?
-Si llega, con toda la felicidad del mundo lo vamos a esperar. No nos cuidamos. Así que en cualquier momento puede ocurrir que venga. Hace un año, al mes de salir ya nos fuimos a vivir juntos. Estamos muy bien. Los últimos estudios sobre mi maternidad dieron aparentemente bien. Había algo que no estaba correcto y por eso tengo que repetir esa parte del estudio. Me dijeron que no era nada grave, pero hay algo que no salió bien para mi posibilidad de ser madre.
-Tras tu separación de Lotocki habías bajado muchísimo de peso. ¿Cómo estás hoy con tu cuerpo?
-Los últimos tres meses que estuve con él, donde ya estaba todo mal entre nosotros y se veía venir la separación, estaba muy deprimida y tuve tratamiento psicológico por un buen tiempo. Entonces bajé mucho de peso. Adelgacé porque ni tenía ganas de comer. Luego recuperé mi peso, y con el Bailando y todo este tema que tengo con Aníbal volví a bajar mucho. Cuando estoy angustiada o preocupada suelo rechazar la comida. Recuperé algo, pero no todo. Como sano, no por la estética sino porque está bueno para el organismo. Hago gimnasia pero me gusta hacer deportes. Salgo a andar en bici, rollers, etcétera. No me volvería a operar. Prefiero cuidarme.
-Y ahora, abocada a tu marca de ropa
-Sí, estoy trabajando mucho porque antes era lencería y ahora ropa informal. Me gusta mucho estar al tanto de la moda, lo que se usa, diseños nuevos y diferentes. No me gusta que se repitan, prefiero lo exclusivo. Así que estoy bastante dedicada a eso. Abrí un showroom en Palermo. Estoy feliz con mi marca y ahora ya estoy escuchando propuestas para la temporada, pero aún no sé qué voy a hacer en el verano. Recibí un llamado para hacer algo en Buenos Aires. Todo depende. Prefiero no dejar mi marca de lado y trabajarla. Irme tres meses, alejarme de la marca no es algo que me guste mucho. Tiene que ser una buena propuesta. Tengo ganas de hacer comedia, que es lo que me divierte. Creo que soy una gran comediante. Un poco lo demostré en el Bailando, me divierto conmigo misma.