El Banco Central de Brasil anunció que este jueves subastará unos u$s3.000 millones al contado para mermar la caída del real, según un comunicado oficial. Sin embargo, operadores afirman que la intervención se llevó u$s5.000 millones más esta rueda, alcanzó los u$s8.000 millones.
Después de batir un récord de R$6,30 por la mañana, el dólar se enfrió y cerró este jueves a la baja, cotizando a R$6,12. La reducción del valor de la moneda norteamericana sólo fue posible gracias a dos subastas de dólares realizadas por el Banco Central de Brasil (BC) para incrementar la oferta monetaria en el país y contener la devaluación del real.
El dólar cayó un 2,32%, cotizando a R$6,1216. En el máximo del día, sin embargo, alcanzó R$6,3. Como resultado, acumuló: ganancias del 1,44% durante la semana; aumento del 2,02% en el mes; incremento del 26,15% en el año.
La primera subasta, alrededor de las 9:30 horas, vendió u$s3.000 millones, pero no fue suficiente para contener el aumento. A continuación, el BC anunció una segunda subasta, por valor de otros u$s5.000 millones, a las 10:35 horas.
Mientras tanto, los inversores muestran un creciente escepticismo respecto a las promesas del gobierno de corregir las cuentas públicas y controlar la trayectoria de la deuda. El mes pasado, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva anunció nuevas exenciones fiscales junto con un plan para recortar gastos por 70.000 millones de reales (u$s11.500 millones). Sin embargo, esta iniciativa decepcionó a los mercados, que la interpretaron como una señal de que el mandatario sigue priorizando el crecimiento económico por encima de la estabilidad fiscal de Brasil.
La crisis que ha debilitado al real brasileño reveló una marcada vulnerabilidad en algunas de las mayores compañías del país.
La depreciación de la moneda ha elevado significativamente los costos asociados al servicio de la deuda y las operaciones de las empresas, mientras que el incremento de las tasas de interés locales agrava aún más la presión.
Según un estudio de FTI Consulting para Bloomberg News, entre 33 empresas brasileñas con deuda en dólares analizadas, aproximadamente la mitad muestra niveles promedio de apalancamiento superiores a cinco veces la relación entre deuda bruta y Ebitda. Además, 12 de estas compañías tienen más del 50% de su deuda en dólares.
Firmas altamente endeudadas, como Gol Linhas Aéreas Inteligentes SA y Azul SA, enfrentan mayores costos en dólares mientras generan la mayoría de sus ingresos en reales. Sectores como el inmobiliario, transporte, consumo y minorista son especialmente vulnerables a las fluctuaciones cambiarias, incluyendo los centros comerciales dentro de los activos inmobiliarios, según FTI.
“Las empresas más expuestas a la deuda son las que conviene evitar”, comentó Michel Frankfurt, jefe de la unidad de corretaje de Brasil en Scotiabank. “Están doblemente afectadas por el tipo de cambio y las tasas de interés”.
Para compañías como Azul y Gol, la debilidad del real incrementa los gastos, incluidos los costos de combustible indexados al dólar y los pagos de arrendamientos denominados en esa moneda. Sin embargo, las perspectivas de la divisa son inciertas. Los inversionistas, que ya llevaron al real a mínimos históricos por las dudas sobre la capacidad del gobierno para controlar el gasto, también deberán enfrentar el posible retorno de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, lo que podría fortalecer aún más al dólar.
Si el real se mantiene en estos niveles o se deprecia aún más, las reestructuraciones empresariales serán cada vez más probables, advirtió Luciano Lindemann, director gerente sénior de FTI Consulting.
El real podría depreciarse hasta niveles de entre 6,70 y 7 reales por dólar, según Ioana Zamfir, estratega de Morgan Stanley, quien destacó los riesgos asociados a los planes de gasto del gobierno.
De acuerdo con FTI Consulting, si el tipo de cambio alcanza los 6,50 reales por dólar, el apalancamiento bruto promedio en los sectores más sensibles podría aumentar a 13 veces el Ebitda. Este cálculo considera únicamente el impacto de la depreciación de la moneda y no incluye posibles coberturas naturales provenientes de ingresos en dólares estadounidenses, que podrían atenuar los efectos de la devaluación.
Sin embargo, los analistas advierten que las intervenciones extraordinarias del Banco Central de Brasil, que en la última semana intensificó sus esfuerzos para estabilizar la moneda, ofrecen solo un alivio temporal.
Impacto de las tasas de interés
Las empresas también enfrentan el desafío de tasas de interés crecientes. El Banco Central de Brasil elevó las tasas al 12,25% la semana pasada y anticipó más incrementos para marzo, en un contexto donde otras economías están relajando su política monetaria. Economistas locales proyectan que tanto la inflación como los costos de endeudamiento seguirán en aumento hasta 2027, mientras que los operadores prevén que las tasas alcancen un máximo cercano al 16,25%, lo que generaría una presión adicional sobre los balances empresariales. (Fuente: Ámbito)