Corría media hora del primer tiempo del encuentro entre Atlético Tucumán y Banfield, en el cierre de la fecha 17 de la Liga Profesional, cuando una insólita acción provocó incertidumbre no solo en el campo de juego, sino también en las redes sociales, donde se generó un gran debate.
Tras un pase muy malo hacia atrás del defensor del Decano Martín Garay, el arquero Carlos Lampe tuvo que recurrir a un manotazo salvador para evitar lo que iba a ser destino de gol seguro para el Taladro.
Fue un pase hacia atrás y por supuesto la acción debió sancionarse con un tiro libre indirecto, pero las dudas se dispararon sobre si el arquero debía ser expulsado por esa reacción espontánea para evitar el tanto en contra. Las opiniones surgieron de todo tipo, como se dijo se debatió fuertemente en las redes sociales, pero el árbitro Darío Herrera, que dirigirá el Superclásico entre Boca y River este domingo en la Bombonera, acertó.
<iframe width="640" height="360" src="http://www.espn.com/core/video/iframe?id=10884406&endcard=false" allowfullscreen frameborder="0"></iframe>
El juez aplicó el reglamento y cobró falta por el pase hacia atrás, que se resolvió con un tiro libre indirecto. Vale recordar que como lo indica la regla, el arquero es el único jugador que puede jugar la pelota con la mano y la misma aclara que no se le permite si el pase es de un compañero. Por lo tanto, el guardameta al jugarla con la mano, la acción se tiene que sancionar técnicamente y no disciplinariamente, esto quiere decir que la falta se resuelve con tiro libre indirecto y sin tarjeta.
Pese a las dudas, nunca se considera último recurso una acción de esta naturaleza porque el arquero es el único jugador de campo que puede tocar la pelota con la mano dentro del área. Asimismo, al ser un pase hacia atrás a un compañero tampoco se trata de una ocasión manifiesta de gol. Sin embargo, si ese manotazo se hubiera generado fuera del área, sí el guardameta local debiera haber sido expulsado por lo antes descripto.
Afortunadamente para el conjunto local, el tiro libre indirecto de Banfield en el área chica, y con los 11 jugadores de Atlético Tucumán metidos en la línea de gol que llevó a una gran demora en la resolución, terminó con un zurdazo de Jesús Dátolo por arriba del travesaño. El público que se acercó en gran número al estadio Monumental Jose Fierro lo celebró como un gol.