Luego del triunfo en cuartos de final del domingo ante Bélgica, la Selección retornó a su hogar en Brasil, el predio Cidade do Galo de Belo Horizonte. Y allí, con la mente ya puesta en el partido de semifinales del miércoles frente a Holanda, los dirigidos por Alejandro Sabella se entrenaron en un clima marcado por las risas y la tranquilidad.
Se movieron todos los integrantes del plantel menos Ángel Di María, que ya trata su desgarro con el kinesiólogo Luis García para intentar llegar en condiciones de disputar unos minutos en una hipotética final.
Quien sí pudo entrenarse con total normalidad fue Sergio Agüero, ya sin signos visibles de la lesión muscular que lo aquejó en la pierna izquierda. El jugador de Manchester City debió abandonar la cancha en el partido por la zona de grupos contra Nigeria e incluso se había sospechado que no podría volver a jugar en el Mundial.
En estos días previos a la semifinal, Sabella debe decidir quién reemplazará a Di María. Puede, como hizo ante Bélgica, mandar a la cancha a Enzo Pérez, pero también puede utilizar a Maxi Rodríguez, Augusto Fernández o Ricardo Álvarez. El DT, en estos cuatro nombres, tiene un abanico de posibilidades con diferentes características.
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