La habilitación de la Justicia para que Rafael Di Zeo y Mauro Martín puedan volver a las canchas reabrió una discusión que parecía saldada a partir del programa Tribuna Segura que impedía a barras que formaran parte de un listado de personas con antecedentes de violencia en el fútbol pudieran entrar a los estadios.
Ahora, a partir de la decisión del juez Edgardo Walter Lara Correa, ambos podrán estar el domingo en la Bombonera para presenciar el Superclásico, lo que motivó al Gobierno a alzar la voz y dejar en manos de Boca la responsabilidad -y la presión- para que eso no suceda.
Como cada vez que el club quedó involucrado por casos que cursaban la via judicial, como ocurrió con la causa de violencia de género y abuso sexual contra Sebastián Villa, la dirigencia, en este caso Juan Román Riquelme, se desligó de responsabilidad alguna.
En su momento y sobre el caso Villa, Riquelme expresó: "Tenemos un área en el club que se encarga, hay un juez, está la Justicia, cuando dictamine el club tomará las medidas que tiene que tomar, como corresponde. Después cuando hablo de fútbol,: este chico sabe jugar al fútbol. después tengo que aguantar que Riquelme esto o lo otro. No le doy tanta vuelta, creo que las cosas son bastante claras".
Ahora, la Justicia habilitó a los barras con causas de homicidio, asociación ilícita, homicidio en grado de tentativa, entre otras, puedan estar el domingo en la Bombonera. Boca, que no permite el ingreso a hinchas que no hayan estado en los últimos seis partidos como local, ahora tiene la pelota en su poder.
Si se tiene en cuenta que los activos y adherentes que no hayan ido al estadio media docena de veces no podrán ingresar a ver el partido con River, Di Zeo y Martín, más Sebastián Skeletor Maciel, Eduardo Animal Trípodi y Antonio Viñales, tendrían que correr la misma suerte.
Un alto directivo dijo: "Vamos a dejar todo en mano de la Justicia, si dicen que tienen que entrar eso escapa a nuestra responsabilidad".
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