Una vez más el DT del Santo apostará por un cambio de esquema, aunque no queda definido cuál es. A priori se plantará con un 4-1-4-1, con cinco mediocampistas, con el plan de superpoblar la mitad de cancha, de contener y complicar el desarrollo de juego a los tres de Boca (Pérez, Barrios y Bentancur). Pero se planta la duda, porque más allá de tener contención en la mitad de cancha, por la cantidad de futbolistas, en ofensiva, parece cambiar y volver a un sistema conocido: 4-3-3.
Para llevar a cabo está estrategia, Forestello realizará tres modificaciones en relación a la caída ante el Diablo. Gabriel Graciani vuelve a la titularidad en lugar de Nicolás Bertocchi, aunque el Tanito ocupará un lugar cerca del cinco de contención en la especie de tres volantes, junto a Guzmán y Lemos un par de metros atrás. Al mismo tiempo, Lautaro Comas toma el lugar de Damián Arce en la banda izquierda, para tener más velocidad, poder explotar ese cambio de ritmo y ganas del Gordo para buscar cada pelota. Y por último, también regresa Alejandro Gagliardi por Matías Quiroga, pero el Tano será el volante/punta por derecha.
Pasando en limpio, los once para enfrentar a Boca, serían: Sebastián Bértoli; Lautaro Geminiani, Walter Andrade, Renzo Vera, Lucas Márquez; Damián Lemos; Alejandro Gagliardi, Marcelo Guzmán, Gabriel Graciani, Lautaro Comas; Fernando Telechea. Los 35 minutos de fútbol fueron muy intensos y dinámicos, con muchas indicaciones de cerca por parte del DT, que paró en más de una vez a sus dirigidos para ordenar, mostrarle movimientos, y alentarlos, señala La Cabala.
Antes de finalizar, Rubén Darío ya empezó a trabajar en la pelota parada, solo con los titulares y en ofensiva, con la colaboración de Sebastián Bértoli, que estudió cómo se planta Boca en ese aspecto. Por otro lado, Marcelo Franchini se movió solo con los suplentes. Mañana Patrón tendrá un nuevo entrenamiento en el Estadio Grella, en el que se realizará la habitual práctica de pelota parada, se confirmará el equipo y se dará la lista de concentrados.