Una de las máximas estrellas de los All Blacks murió hoy junto con su esposa en un accidente de tránsito en el sur de Francia. Se trata de Jerry Collins, quien conducía el vehículo en el que también iba junto con su pareja y su pequeña bebé de tres meses, quien pelea por su vida.
El trágico accidente representa un duro golpe para el mundo del rugby internacional. Collins -de 34 años- iba junto con su mujer Alana Madill y su hija Ayla cuando un autobús lo impactó en una ruta de Herault, según consignó el diario francés Midi Libre.
Los primeros informes señalan que Collins detuvo su automóvil a causa de desperfectos técnicos, momento en el cual fue embestido por el transporte de pasajeros a las 4:30 AM hora local. El vehículo del rugbier profesional fue despedido diez metros, según los reportes hechos desde el lugar de la tragedia.
Fue el conductor de autobús quien rescató de entre los hierros del automóvil a la pequeña Ayla hasta que llegaron los servicios de emergencia franceses. "Ambos, Jerry y su pareja han muerto. Su bebé de tres meses está muy grave. Es una noticia devastadora para su familia y todo el mundo", manifestó Tim Castle, el representante del jugador de los All Blacks, a un diario de Nueva Zelanda.
En tanto, la selección neozelandeza en su cuenta oficial también rindió tributo a su integrante. "El Rugby de Nueva Zelanda expresa esta noche su conmoción y tristeza por la muerte de su antiguo All Black Jerry Collins".