Los Pumas cayeron 57-22 ante los All Blacks en Hamilton por la tercera fecha del Rugby Championship, en un encuentro que terminó desdibujado por la enorme supremacía física que mostraron los locales en el complemento tras un primer tiempo parejo. El equipo de Daniel Hourcade había realizado un primer tiempo notable, pero la diferencia se notó en la segunda parte y el triunfo terminó siendo abultado para los locales.
En un principio, el envión por el enorme e histórico triunfo ante Sudáfrica en Salta pareció empujar a Los Pumas en Hamilton. Cuando recién se armaba el partido, a los 2 minutos de juego, el oportunismo y la velocidad de Santiago Cordero coronaron una gran jugada colectiva con un try tempranero que, conversión de Nicolás Sánchez mediante, puso a Argentina 7-0 cuando la acción apenas iniciaba.
El arranque ideal para el equipo de Daniel Hourcade, que se plantó en tierras del campeón del mundo a imponer condiciones y buscar la primera victoria de la historia ante los hombres de negro. Con prolijidad y efectividad total en las formaciones fijas, a Los Pumas les surgió un problema que no por previsible fue más fácil de resolver: la potencia del wing Julian Savea. El 11 apoyó el primer try para el local y propició el segundo, que anotó Ben Smith, pero además fue una bestia negra que en cada jugada logró romper la primera línea de defensa.
De todos modos, Los Pumas mantuvieron su postura agresiva, tanto en ataque como en defensa, y desde el pie de Nicolás Sánchez se sostuvo en el marcador. Como suele suceder en los duelos de tan alta exigencia física, los de Hourcade mermaron en intensidad cerca del descanso y los All Blacks no perdonaron. Estiraron diferencias con el try de Beauden Barrett y llegaron al entretiempo 24-19 arriba, a pesar de la reacción final argentina.
La segunda parte comenzó con un buen control argentino del ritmo de juego, hasta que el equilibrio se rompió. A los 13 minutos del complemento fue el apertura Barrett quien rompió la primera línea de tackle en ocasiones sucesivas para desarmar la resistencia argentina y el centro Ryan Crotty apoyó el cuarto try del local, que ya se aseguraba el punto bonus. Un tackle fallido y una oportunidad que un equipo de la jerarquía de los All Blacks no desaprovechó.
Y como un noqueador que ve groggy a su rival, el campeón del mundo no quiso esperar a las tarjetas. Argentina se vio abrumada por un aluvión negro que se hizo imposible de controlar. Charlie Faumuina anotó para estirar aún más la distancia tras una gran sucesión de fases y poner las cosas 38-22. Sin piedad, los All Blacks fueron por más y fue otra vez Crotty quien le sacó rédito a un hueco en la defensa para un nuevo try y un 45-22 irremontable.
Con el partido totalmente quebrado, Ben Smith aprovechó para apoyar otro try y a Los Pumas los minutos finales le resultaron una tortura. El partido, a 10 minutos del final, ya era un calvario insufrible para Argentina, que no encontraba la manera de recuperar el juego agresivo que lo había llevado a la victoria ante Sudáfrica y a jugar de igual a igual ante Nueva Zelanda en la primera mitad.
Errores sucesivos, infracciones innecesarias, malas decisiones y muchas más muestras de agotamiento físico y mental terminaron siendo la imagen final de Los Pumas en Hamilton. A pesar de la primera parte casi perfecta, el 57-22 terminó siendo lapidario para un equipo argentino que supo llevar las riendas del juego durante un lapso, pero estuvo lejos de poder sostenerlo durante los 80 minutos.