Será un partido clave para el equipo de Jorge Sampaoli luego de lo que fue el empate ante Islandia, en Moscú, el sábado pasado. Esta vez lo hará en el estadio de Niznhy Novgorod, una cancha que sorprenderá a más de uno.
Niznhy queda a 400 kilómetros de Moscú y es una de las sedes por la que pasarán varios partidos. Durante la era soviética tenían prohibida la entrada los extranjeros. Era una sede de programas secretos de armas. A lo largo de la década del '90 fue una de las que mayor apertura evidenció.
Desde afuera se aprecia que las 'telas' que lo rodean son de color celeste y blanco y en su interior las butacas y asientos también tienen los mismos colores, por lo que parece que los hinchas argentinos se sentirán locales.
Cuando uno se acerca a la zona de los dos ríos que marcan a fuego la ciudad, el estadio se erige como una mole de cemento, pero con un diseño moderno y vistoso.
Cerca del estadio se encuentra la Catedral de San Alexander Nevsky, que es de la religión ortodoxa rusa y fue construida en 1868 y terminó en 1881, es consagrada solemnemente en presencia del emperador Alejandro III, su esposa María Fiódorovna y zarevich Nicolás y mide 87 metros.
Niznhy Nóvgorod es una ciudad comercial, básicamente, mientras su estadio fue construido a nuevo para el Mundial de Rusia 2018 y, luego del evento, su capacidad se reducirá a 25.000 espectadores.
Es que para la cita ecuménica se colocaron gradas telescópicas para llegar al número pedido por FIFA.
La ciudad tiene un equipo en la Primera División de Rusia, el FC Volga -fundado en 1963-, y en junio de 2012 se le unió el Fútbol Club Nizhni Nóvgorod, el otro conjunto que había en la ciudad.