La salud de Diego Maradona es una cuestión de estado. Y las palabras de Leopoldo Luque, médico personal del exfutbolista, llevan este martes un poco de tranquilidad luego de horas de enorme preocupación. "Está bien, está consciente y se quiere ir", advirtió el doctor que fue a verlo esta mañana a la clínica privada de La Plata donde está internado desde las últimas horas del lunes.
Luque reiteró que Maradona llegó con "un cuadro de anemia y deshidratado" al centro médico de la capital provincial. Y que la idea es estabilizar su condición clínica para luego continuar con un tratamiento que el DT de Gimnasia seguiría en forma ambulatoria.
"Está mejor que ayer, la idea es que se quede un día más. Está anémico y un poco deshidratado. La idea es mejorarlo todo lo que se pueda. Necesitamos un poco más de tiempo", destacó el profesional, quien reveló que cuando llegó a la clínica esta mañana Maradona estaba viendo un partido de tenis y que luego le pidió que lo acompañara a caminar un poco.
En ese sentido, remarcó que fue el cuadro anémico el que lo llevó a estar "muy débil, pinchado y hasta caminar mal", tal como se lo vio el viernes pasado participó del homenaje que le hicieron en la cancha de Gimnasia por su cumpleaños 60..
"Tiene el by pass gástrico que hace que no absorba bien el hierro", detalló. Y explicó que la internación ayuda a tenerlo monitoreado y controlado, algo que no había podido hacer en los últimos días cuando Maradona evitaba las visitas de su médico.
Y agregó: "Él como está bien ya tiene ganas de irse. Está bien de ánimo, estuvimos bromeando. Es absolutamente conciente de la situación. Estará tres días aproximadamente, esperemos que quiera quedarse hasta mañana. Pero hay un principio de autonomía, si el paciente se quiere ir no se puede hacer nada".