Entre los refranes de uso corriente, uno afirma que "segundas partes nunca fueron buenas". En el caso de la segunda etapa de Gustavo Bou en Racing, ese testimonio tiene carácter de certeza. La Pantera, un factor clave en el título de 2014, goleador de la Copa Libertadores 2015 y con un nivel competitivo que mantuvo hasta que fue transferido a Tijuana a mitad de 2017 (dejó en Racing un promedio de casi un gol cada dos partidos), no terminará el año de préstamo porque decidió rescindir su contrato.
En julio último fue cedido por Tijuana para la temporada 2018-19, ya que Racing lo incorporó como reemplazo de Lautaro Martínez. Sin embargo, lo que se estimaba como un retorno con eficacia garantizada por su desempeño en los tres años precedentes, lejos estuvo de funcionar.
Bou sumó apenas diez juegos (dos en los octavos de la Copa Libertadores), de los cuales en sólo dos formó como titular (Atlético Tucumán y Vélez) y en los que convirtió un tanto (en el debut en la Superliga, ante los tucumanos). Ese rendimiento, el hecho de que quedara relegado por Jonatan Cristaldo y que no figurara entre las prioridades de Eduardo Coudet determinaron que Bou negociara su salida.
"Lo más probable es que se vaya al exterior. Estamos viendo los detalles de este tema junto con la gente de Tijuana, que sigue siendo el club dueño de la ficha de Bou", le confirmaron a Olé desde Racing.
Una vez sellada la desvinculación, Racing irá por un reemplazo, tal como había anticipado Víctor Blanco como requisito. Coudet, se sabe, tiene predilección por uno: Darío Cvitanich.