Si Martín Palermo necesitaba una muestra de compromiso para persistir en su cargo, sus dirigidos lo dejaron bien claro en cancha. Lo contrario sucedió en Newell's, que fue una sombra durante los 90 minutos y no tuvo puntos altos: ¿cuánto hacía no se veía un equipo tan apático?
Desde el arranque se distinguieron las caras de cada uno. Arsenal se apegó a su libreto, aprovechó cada pelota parada para meterla al área y así sacarle jugo a su altura. Buscó siempre a Santiago Silva, quien se hizo un festín con toda la defensa rival. La "Lepra", con el poderío de la pelota pero una intrascendencia total, lateralizando, sin profundidad ni decisión para lastimar a su contrincante.
El dueño de casa había avisado con sus argumentos y no llamó la atención que Silva pivoteara, abriera para Chávez y le ganara a la carrera, de cabeza, a Sebastián Martínez, para señalar la ventaja. La visita no reaccionó en los minutos restantes y, como si fuera poco, comenzó el complemento mucho peor. El retroceso fue una materia pendiente para los de Gallego, que vieron de lejos correr a Muñoz, quien sacó otro centro para el '9', que intratable, la mandó a guardar nuevamente. Parecía sentenciado y así fue.
Trato de encontrar respuestas en el banco de suplentes el Tolo, pero todo fue más de lo mismo: ni Tevez ni Neira lograron modificar la ecuación y quedaron en deuda, al igual que Scocco, Maxi Rodríguez, Castro y los demás. El único tiro serio al arco fue de Ponce, bien desviado por Andrada. Luego de eso, los de Palermo pudieron haber aumentado la cifra, algo que recién sucedería en el tiempo de descuento, con una corrida del chico Ruiz, quien la cruzó y otorgó el 3 a 0 final.
De esta forma, el DT de los del Viaducto prolongará su estadía y su equipo dejó el último lugar de la tabla (debe 60 minutos del choque con Aldosivi, que lo tiene 1 a 0 abajo). Newell's quedó a 7 puntos de los líderes, pero sus ideas futbolísticas distaron de las de un elenco que tenga pretensiones de pelear arriba. Si se repite una actuación tan pobre como la de esta tarde, a Gallego podría llegarle la hora.
