En el marco de la triple jornada de eliminatorias que se avecina, Argentina recibirá a Perú en un encuentro que puede ser clave para las aspiraciones mundialistas de ambos conjuntos, en especial del elenco incaico que no está haciendo una buena campaña y ve peligrar su clasificación a Qatar 2022.
Albicelestes y Rojiblancos tienen un largo historial de enfrentamientos inolvidables por eliminatorias mundialistas con resultados bien dispares. Aquí hacemos un repaso de, posiblemente, los tres más recordados:
La última vez que Argentina faltó a una cita mundialista fue en México 1970 cuando justamente el seleccionado peruano la dejó afuera de la competencia.
<iframe width="800" height="450" src="https://www.youtube.com/embed/8bdh7Kler_I" title="YouTube video player" frameborder="0" allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen></iframe>
En aquel entonces, Argentina, Perú y Bolivia disputaron un triangular a dos ruedas y únicamente el ganador del mismo entraba a la Copa. Fueron venciendo todos los locales: la selección nacional perdió en La Paz y en Lima mientras que los peruanos también cedieron en la capital boliviana por lo que el choque en La Bombonera era determinante y el único resultado que le servía a Argentina (que unos días antes había vencido en casa a Bolivia) era un triunfo.
El clima no era el mejor: el país tenía un gobierno de facto, la AFA estaba intervenida y la selección dirigida por Pedernera llegaba a los tumbos. Y no hubo milagro. El seleccionado peruano, dirigido por el brasileño Didí y con figuras como Héctor Chumpitaz y Teófilo Cubillas se llevó el empate que necesitaba y dejó a Argentina out de la Copa.
Idéntico fue el resultado pero diferente la historia en 1985. En ese momento a la selección argentina dirigida por Carlos Salvador Bilardo sí le alcanzaba el empate para clasificar a México (llegaba líder con 8 puntos tras ganarle los dos partidos a Venezuela y Colombia y perder en Lima con los peruanos que marchaban segundos con 7 unidades).
<iframe width="800" height="600" src="https://www.youtube.com/embed/-7dOmfAy0gc" title="YouTube video player" frameborder="0" allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen></iframe>
La historia empezó bien pues a los 12' Pasculli abrió el marcador y pareció encaminar la clasificación para Argentina. Pero los fantasmas del 69' aparecieron en el Monumental cuando Velásquez y Barbadillo dieron vuelta la historia antes del cierre del primer tiempo.
La angustia y la incertidumbre dominaron la escena hasta que cerca del final del partido Passarella guapeó una pelota por la derecha, metió un potente remate cruzado y antes de que el balón ingrese Ricardo Gareca estampó el 2 a 2 y el consecuente pasaje para México 1986. Paradójicamente, luego de esa angustiante clasificación, llegó el momento más glorioso de la historia del fútbol argentino.
Otro de los partidos inolvidables entre Argentina y Perú se jugó en la penúltima jornada de las eliminatorias para Sudáfrica 2010 en la cancha de River. La selección nacional dirigida por Diego Maradona llegaba con la soga al cuello y la necesidad imperiosa de ganar para seguir con chances firmes de entrar al Mundial.
<iframe width="800" height="600" src="https://www.youtube.com/embed/8BNECvcU_Y0" title="YouTube video player" frameborder="0" allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen></iframe>
El partido se presentó complicado al punto que al entretiempo el marcador estaba en blanco. Pero apenas iniciado el complemento Pipita Higuaín consiguió sacar ventaja para la Albiceleste. Y así fueron pasando los minutos. En medio de un clima de tensión y nerviosismo Argentina aguantaba el resultado pero lo impensado ocurrió: a los 45' Rengifo empató para Perú y la suerte del equipo nacional parecía echada.
Pero faltaba algo: en tiempo de descuento, Martín Palermo, que había ingresado un rato antes, pescó un rebote y convirtió el 2 a 1 definitivo para encaminar la clasificación (algo que conseguiría una fecha más tarde en el Centenario ante Uruguay). Aquel gol de Palermo fue inolvidable, tanto como el festejo posterior de Diego arrojándose a los charcos de agua que había en el estadio por la copiosa lluvia bajo la que se disputó aquel histórico partido.