El delantero uruguayo de Barcelona, Luis Suárez, sancionado por la FIFA con cuatro meses sin jugar a fútbol por morder al italiano Giorgio Chiellini durante un partido del Mundial Brasil 2014, compareció hoy durante cinco horas ante el Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS), en la localidad suiza de Lausana.
El nuevo delantero del conjunto blaugrana llegó al tribunal acompañado de su representante, Pere Guardiola, y de una legión de abogados que asisten en el proceso al Barcelona, al seleccionado uruguayo y al propio jugador, consignó EFE.
Tras comparecer durante cinco horas, uno de los abogados del jugador, Alejandro Balbi, dijo a la radio uruguaya Sport 890: "Todas las partes fuimos oídas con garantías. Luis fue interrogado ampliamente y todos tuvieron la oportunidad de expresarse libremente". "Solamente habrá que esperar" el fallo, que "demoraría ocho o diez días", pero hay que ser "prudentes", dijo Balbi.
El futbolista estuvo "distendido", aunque "con la ansiedad natural de quien quiere volver a jugar cuánto antes". "No es lo mismo entrenar solo, en un gimnasio, que entrenar con un equipo", aseveró el letrado. Tras la declaración, Suárez y sus abogados abandonaron la sede del TAS rumbo al aeropuerto de Ginebra, donde luego tomaron un vuelo de regreso a Barcelona.
El futbolista uruguayo fue sancionado con nueve partidos de suspensión con su Selección y cuatro meses de inhabilitación para "cualquier actividad relacionada con el fútbol".