Economía En gama media

Sobreprecios de hasta $ 65.000 en autos: Los valores sugeridos y los reales

Las diferencias entre los valores "sugeridos" por las marcas y los que realmente se cobran vienen creciendo y esos "sobreprecios" ya pueden llegar a $ 65.000. O al 25% de lo que cuesta el auto en teoría.

24 de Julio de 2015

Una serie de consultas hechas por Clarín esta semana en concesionarios porteños de las principales marcas, da cuenta de que los mayores "sobreprecios" se están cobrando por coches de gama media que en estos días están escaseando.

 

Pareciera que, en esos casos, las pocas las concesionarias que los tienen en stock disponibles para entrega inmediata lo hacen valer cobrando mucho más de lo que indica la fábrica (y de lo que negocia con el Gobierno).

 

<b>El Volkswagen Golf Trendline, por ejemplo, tiene un valor sugerido de $ 245.352. Pero en un agente oficial consultado pidieron $ 280.000 y en otro hasta pasaron un costo de $ 310.000, con un recargo de casi $ 65.000.</b> Se hizo la misma consulta por el Vento, pero ese modelo estaba en falta en todos los locales. Según dijeron, porque "no lo están entregando".

 

<b>Otro coche con fuertes diferencias fue el Chevrolet Cruze de cuatro puertas porque el modelo LT con caja manual, "sugerido" a casi $ 250.000, se vende en los concesionarios hasta en $ 300.000</b>. Y el LTZ, que debería valer $ 275.000, aparece hasta a $ 330.000.

 

<b>¿Cuánto debería costar un Peugeot 408 Sport? La web oficial lo cotiza en $ 275.050, pero un negocio está pidiendo al menos $ 320.000 para entregarlo.</b>

 

<b>Y algo parecido pasa en representantes oficiales Fiat con el Grand Siena. Por una versión Attractive que se sugiere a $ 195.590 algunos ya piden $ 220.000. Mientras, por la Essence 1.6 High Tech, en vez de respetar los $ 205.950 fijados como pauta, hay quien lo está vendiendo por $ 238.000.</b>

 

Según Clarín, en locales de Ford, Renault y Toyota no se hallaron grandes diferencias.

 

Lo que sí fue general es que, para ciertos modelos, los vendedores anuncien demoras de hasta tres meses en las entregas. Según afirman, porque las trabas a la importación retrasan la llegada de modelos terminados y también de insumos necesarios para los que se fabrican en el país.

 

En los últimos días, trascendió que el Gobierno hizo saber su molestia a las automotrices por los "sobreprecios". Pero las empresas, aunque rechazan la práctica y piden evitarla, aseguran que sólo pueden sugerirles a sus agentes un precio de venta. En el medio, los usuarios tienen la decisión final: avalar el recargo o no comprar.

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