El equipo debe aparecer cuando la figura no está en su máxima expresión. El Barcelona tomó al pie de la letra ese consejo y lo empleó en la visita al 'Estadio de Balaídos' donde llegó con la presión del Real Madrid, que horas antes le había propinado una paliza histórica al Granada venciéndolo 9-1 y colocándose a uno del "Blaugrana".

Si bien debieron trabajar mucho, los de Luis Enrique sacaron adelante el cotejo ante el Celta y lo superaron 1-0 gracias a la palomita de Jérémy Mathieu sobre el final del juego, cuando parecía que todo se encarrilaba a un cerrado empate. Si bien no se lució el combinado 'culé' se apoderó de tres puntos fundamentales, que le dan la chance de blindar la punta quedando cuatro por encima del "Merengue" y asegurarse su condición de líder, al menos por una fecha más cuando restan 9 por jugarse.

Sin Javier Mascherano, quien cumplió una suspensión, Lionel Messi estuvo los 90 minutos en el campo de juego, luego de la molestia que lo tuvo a maltraer durante la gira de la Selección y le impidió sumar minutos en los amistosos ante El Salvador y Ecuador. La "Pulga" tuvo tres ocasiones claras para anotar y acortar la distancia de cuatro goles que le sacó Cristiano Ronaldo hoy en la tabla de goleadores luego de marcar cinco tantos, pero falló y tuvo que conformarse con celebrar el gol de su compañero de equipo que le significaron los tres puntos.

Los de Vigo, con Eduardo Berizzo en el banco de suplentes, tuvieron en cancha a Joaquín Larrivey, Augusto Fernández, Gustavo Cabral y Pedro Hernández desde el principio, pero ninguno pudo colaborar para frenar el triunfo del Barcelona. Si bien tuvieron algunas contras que no supieron aprovechar, los del "Toto" fueron ineficaces y lentamente se diluyeron, a pesar de comenzar el encuentro en un buen nivel.