Un inicio algo atípico tenía esta jornada de Primera División. Es que después de un inicio arrollador, River podía perder el liderazgo del campeonato. Y era Lanús el contrincante que llegaba con inmejorable ocasión por delante. Claro para lograrlo debía derrotar a Godoy Cruz al recibirlo en el Néstor Díaz Pérez.
Y aunque los mendocinos llegaban sumamente golpeados y merodeando el fondo de la tabla (con una racha en contra de cinco encuentros al hilo sin festejar), no estaban dispuestos a hacerle la tarea sencilla al 'Granate'. Así fue que casi lo sorprende apenas a los 30 segundos cuando Daniel González sacó un remate que se fue apenas desviado.
Pese a no estar en sus planes semejante inicio, los de Guillermo supieron contrarrestar rápidamente. Con un Santiago Silva por demás encendido, al que incluso le anularon un gol por un muy fino fuera de juego apenas a los once minutos, se comenzó a generar un muy entretenido ida y vuelta. Si bien los dos evidenciaban sus intenciones, era el local quien parecía estar más cerca del gol por contar con mejores armas que su adversario de turno. Y el premio llegó a poco del cierre de la primera mitad, más precisamente a los 40 minutos, cuando Víctor Ayala culmina de cabeza una buena maniobra colectiva y manda el balón al fondo de la red.
Todas esas emociones que se hicieron desear en la etapa inicial parecieron estar guardadas para un complemento no apto para cardiacos. Mientras la visita hacia lucirse al arquero Ibáñez apenas a los 30 segundos, Santiago Silva no perdonaba y a los dos minutos sentenciaba el 2-0 que hacía delirar a un 'Grana' puntero. Fue entonces que el local se dedicó a jugar más de contra y permitió un crecimiento rival que terminaría costándole demasiado caro.
Los de Mendoza empezaron a animarse al encontrarse con espacios y en una ráfaga ocasionaron destrozos. Primero fue Rubén Ramírez el que golpeó al cuarto de hora y le dio mayores esperanzas a una visita que no se conformaría sólo con eso. Rápidamente metería mano el DT Carlos Mayor, apostando por el ingreso de Jaime Ayoví, quien en la primera que tocó decretó el inesperado empate que dejaba perplejo a medio Sur.
Pero la 'tortura tombina' no terminaba allí, dado que fueron aun por más y lograron dar vuelta el marcador gracias al gol de Claudio Aquino (a todo esto el local se había quedado con un hombre menos por la roja a Diego Braghieri). Y aunque semejantes cachetazos fueron impensados, apareció el goleador para ponerse el equipo al hombro y renovar la ilusión: fue Silvio Romero quien anotó y decretó el 3-3. Los minutos finales no fueron menos vibrantes, pero ya ninguno pudo torcer el empate final.
Si bien Lanús terminó rescatando un punto cuando estaba quedándose con las manos vacías, una fuerte autocrítica deberán hacer puertas adentro pro no haber sabido aguantar la ventaja de dos goles que supieron conseguir y que los había depositado en lo más alto de la tabla. Mientras tanto, en Núñez se festejó fuerte.