REDACCIÓN ELONCE
La Comisión Nacional de Valores (CNV) publicó este lunes una resolución que permitirá a los jóvenes mayores de 13 años realizar inversiones en el mercado de capitales, siempre con el permiso y asesoramiento de sus padres.
Hasta ahora, los jóvenes podían invertir en Fondos Comunes de Inversión, plazos fijos y billeteras virtuales. Con esta nueva normativa, tendrán la posibilidad de comprar Cedears, obligaciones negociables, realizar cauciones y comprar o vender acciones y bonos, es decir, acceder a instrumentos más complejos bajo la supervisión directa de sus padres. Actualmente, los jóvenes de entre 13 y 17 años pueden abrir una caja de ahorro gratuita en pesos para acceder a una tarjeta de débito, realizar pagos y extracciones en cajeros. Al cumplir 18 años, esta cuenta se puede convertir en una cuenta personal o laboral sin costos adicionales.
El licenciado en Psicología, Sebastián Sigal, brindó su opinión sobre la medida en diálogo con Elonce: “En principio lo tomo como una cuestión de educación. Me parece que a los chicos hay que ir enseñándoles y puede ser una posibilidad de oficio en el futuro. Si se lo ve como producto de esfuerzo, dedicación y estudio, puede estar bueno. Si se lo ve como una sala de juegos para ir a poner dinero y hacerse millonario como tantos reels hay en Instagram, me parece que ahí están todos los riesgos que pueden preocuparnos a los profesionales y a las familias”.
En cuanto al rol de los padres, aseguró que “es educación no solamente desde los papás, sino que cualquier otra persona o figura aparece en la escena de un chico (un amigo más grande o de su edad) de cómo ellos van armando y significa invertir en el mercado de capitales. No es un juego, sino un gran trabajo. Para los que no sabemos nada, lo vemos como un juego”.
Acerca de la visión de este tipo de decisiones gubernamentales sobre adolescentes, indicó que “son desafíos nuevos, problemáticas nuevas. Puede ser extraño y hasta medio fuerte para algunas personas. Uno como profesional se plantea esto. Mi conclusión es que no tiene por qué ser negativo, malo o un tabú. Tiene algún costado de riesgo, pero casi cualquier habilitación que tiene algún chico puede llegar a serlo”.
“Si el chico está educado, si la familia funciona, hay una red, se sabe y se le explica el funcionamiento y de qué trata el oficio, no tiene por qué ser de riesgo”, subrayó.
En la misma línea, consideró: “La gran enseñanza es que el mercado de capitales no es una sala de juegos, no es poner dinero y gano, sino que implica esfuerzo, trabajo, aprendizaje, cursos, etc. Se le puede encontrar una vuelta para que realmente esto sea enriquecedor”.
En cuanto a la función que podrían tener los establecimientos educativos en esta temática de inversión, indicó que “estaría bueno la incorporación de gente que sepa del mercado de capitales en los colegios y la educación financiera”.
Al respecto, espera que no sea un nuevo inconveniente para la salud de los menores: “La ludopatía es un problema en grande y chicos. Es actual y con las nuevas tecnologías y celulares, esto empeoró mucho”.