A tres días de la segunda marcha universitaria durante la gestión de Javier Milei, Emiliano Yacobitti, vicerrector de la Universidad de Buenos Aires, denunció la crisis salarial del sector y llamó al Congreso a insistir con la Ley de Financiamiento tras el esperado veto presidencial. "Si la movilización es masiva, los legisladores estarán más inclinados a reconsiderar su voto", afirmó.
Yacobitti destacó que más del 60% de los trabajadores universitarios se encuentra por debajo de la línea de pobreza. Un profesor adjunto con dedicación exclusiva está cobrando solo 840.000 pesos mensuales. Además, advirtió sobre el deterioro en la calidad educativa debido a la falta de presupuesto: "Esto está llevando a muchos docentes a reducir su carga horaria para buscar otros trabajos, afectando gravemente a la educación", señaló en una entrevista con Radio con Vos. Mencionó el caso de la Facultad de Ciencias Veterinarias, donde han renunciado 48 profesores, lo que representa el 10% de su planta docente.
El vicerrector comentó que, en los últimos nueve meses, ha habido un ajuste significativo en los salarios de los profesores universitarios, que ya venían de un contexto complicado. En una reciente reunión, el Gobierno ofreció una recomposición salarial del 6,8% para octubre, propuesta que fue rechazada por los sindicatos.
Yacobitti también subrayó que el Gobierno ha reconocido dos puntos cruciales: primero, que la pérdida del poder adquisitivo alcanza casi el 50% en relación con la inflación; segundo, que la reducción salarial de los universitarios es, al menos, un 20% más alta que la de otros trabajadores del Estado.
En cuanto a la Ley de Financiamiento Universitario, el Ejecutivo ha anunciado un veto, argumentando la necesidad de mantener el equilibrio fiscal. Sin embargo, Yacobitti reveló que en las reuniones con funcionarios del Ministerio de Economía se ha mencionado que "el costo de las universidades es insignificante para el déficit".
Datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso indican que el 0,14% del PBI sería suficiente para cubrir los gastos de funcionamiento de las universidades, sus hospitales, los fondos de ciencia y técnica, y la recomposición salarial. "En comparación con los beneficios que genera la universidad pública, esto es una inversión, no un gasto", analizó Yacobitti.
El vicerrector enfatizó que el objetivo de la marcha no es necesariamente cambiar la postura del presidente Milei, sino interpelar al Congreso para evitar que la Ley de Financiamiento Universitario sufra el mismo destino que la reforma jubilatoria, que no logró los dos tercios de los votos necesarios.
"Los diputados fueron elegidos prometiendo defender la universidad pública y un Estado eficiente. Tenemos un alto nivel de aceptación en la sociedad, ya que la universidad es una parte del Estado que funciona bien, y debemos protegerla aún más", concluyó. También sugirió que, si la movilización del miércoles es significativa, podría hacer que algunos legisladores reconsideren su apoyo al veto.